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Cómo hacer una bodega en casa

Si te gusta el vino, seguro que has pensado alguna vez en montar una pequeña bodega en casa; y no solo para tener vino en cualquier momento, sino también para comprar vino a mejor precio: lo puedes comprar recién salido, sin haber acabado su envejecimiento y luego dejar que en casa alcance su mejor momento, cuando su valor de mercado se haya multiplicado.Pero las instalaciones domésticas tienen sus inconvenientes: es difícil encontrar un espacio adecuado, y las soluciones de emergencia no hacen otra cosa que echar a perder el vino que con tanto mimo e interés se desea conservar. Un buen vino Rioja, como el Dominio de Conte 2005, puede mejorar durante muchos años y revalorizarse si está bien conservado, mientras que al revés solo conseguiremos un vinagre muy caro. Por eso, si quieres aprender cómo hacer una bodega en casa, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes puntos:

Pasos a seguir: 1

Solamente mejoran los vinos que se hayan elaborado pensando en el envejecimiento, así que de nada servirá guardar un vino joven durante años en una buena bodega, por bueno que sea, ya que casi seguro que cuando a la hora de beberlo se habrá estropeado. Los mejores vinos para guardar son los crianzas, reservas y grandes reservas, que ya han madurado un tiempo en barricas de madera y en botella, lo suficiente como para que sigan evolucionando después en las bodegas particulares.

2

Es fundamental mantener una temperatura constante, de los 8°C a los 18°C, con una media ideal de 12°C todo el año. Si la temperatura es mayor, los vinos blancos experimentan fermentaciones secundarias y los tintos se oxidan. Y al contrario, temperaturas inferiores enturbian el vino y alteran el color. Tener un termómetro a mano para tener la temperatura controlada es clave.

3

Mantener la humedad idónea del aire es esencial: no solo no perjudica a la correcta conservación del vino, sino que es necesaria; pero no debe ser excesiva, porque de lo contrario facilitará la aparición de mohos y los vinos adquirirán un desagradable aroma a humedad. A su vez, no deberá bajar del 80% porque la sequedad afecta a los corchos, que se encogen y dejan entrar el aire.

4

Hay que cuidar también los ruidos: aunque el vino no "oye", los ruidos y las vibraciones del ruido perjudican a tu bodega casera, porque lo agitan y producen alteraciones en sus cualidades. Los botelleros deben estar, si es posible, aislados de la nevera o de cualquier aparato con motor. En la habitación que sirva de bodega, no se tienen que realizar trabajos pesados que produzcan ruidos o vibraciones.

5

Los olores también penetran en las botellas; no guardes el vino junto a materiales como pintura o gasolina; ni cerca de alimentos con aromas fuertes, como el queso o el jamón.

6

La ventilación es otro aspecto a cuidar, para que el aire se renueve. Es aconsejable contar con un sistema de ventilación, a ser posible sin motores, para que no haya vibración como comentábamos.

7

Colocar las botellas en horizontal: el vino debe estar en posición horizontal para que el corcho esté siempre en contacto con el vino; puedes apilar las botellas, siempre que no haya que mover muchas para encontrar la que vamos buscando. Consigue un libro de bodega para ordenar tus botellas y encontrarlas fácilmente.

8

La luz es enemiga del vino: el vino se estropea si está expuesto suficiente tiempo a la luz; la de la bodega debe ser muy tenue, porque si no se producirá una oxidación que los expertos reconocen luego como "sabor a luz".

9

Por si quieres colocar tus botellas de forma ordenada, fíjate en cómo hacer un botellero con placas onduladas de fibrocemento y para que puedas sacar partido a tus botellas, no te pierdas cómo hacer una maridaje de vinos.