Para muchas personas, cualquier cosa en el jardín que se arrastre o vuele y sea más pequeña que una ardilla listada o un gorrión se puede clasificar como un insecto. De hecho, muchas de las criaturas que pueden dañar sus vegetales (ácaros, babosas, caracoles, nematodos y chinches entre ellos) no son insectos en absoluto. Otro concepto erróneo popular es que los insectos y criaturas similares son dañinos o innecesarios y no tienen cabida en un jardín. Esto simplemente no es cierto. Mientras que algunos insectos son destructivos, muchos son perfectamente inofensivos. Estos insectos son realmente importantes para el desarrollo saludable de los cultivos de su jardín. Algunas criaturas benéficas realizan un servicio específico al controlar las plagas que dañan su cultivo; otros polinizan las plantas. Cuando se propone controlar plagas dañinas, es importante darse cuenta de que los controles indiscriminados pueden destruir tanto a las criaturas útiles como a las dañinas.
El método que elija para controlar las plagas del jardín podría ser motivo de controversia. Muchos jardineros confían en los insecticidas químicos para eliminar los insectos dañinos que compiten por sus cultivos. Algunos, sin embargo, se oponen al uso de productos químicos. Estos jardineros prefieren confiar en medios de control orgánicos o no químicos.
La forma más segura de controlar la mayoría de los insectos y criaturas similares que amenazan su cultivo de hortalizas es mediante el uso de un insecticida químico. Una palabra aquí sobre la terminología:los términos "pesticida" e "insecticida" no son intercambiables. Un pesticida es cualquier forma de control químico usado en el jardín. Un insecticida es un pesticida que se usa específicamente para controlar insectos. Un herbicida es un pesticida que se usa para controlar las malas hierbas. Si usa por error un herbicida para controlar los insectos, perderá toda la cosecha de la temporada porque matará sus vegetales.
Los insecticidas son productos químicos que se rocían o espolvorean sobre los cultivos afectados. El tipo de rociador se compra en forma concentrada, se diluye con agua y se difunde con un rociador manual o con un rociador instalado en el extremo de la manguera de su jardín. Los insecticidas en polvo son polvos que se bombean sobre las plantas. Es preferible rociar porque brinda una cobertura más completa. También es más fácil tratar la parte inferior y la parte superior de las hojas y las plantas con un rociador. Otra técnica es aplicar insecticidas directamente al suelo para matar insectos debajo de la superficie. Esto se conoce como aplicar un "empape de tierra".
Usados de manera correcta y responsable, los insecticidas no son dañinos para los humanos ni para otros animales. Sin embargo, son tóxicos si se usan incorrectamente. Es importante estudiar la etiqueta de cada pesticida y seguir las instrucciones al pie de la letra.
Debido a que constantemente se realizan investigaciones para determinar la seguridad de los insecticidas y mejorar su eficacia, es difícil dar recomendaciones a largo plazo sobre su uso. Ciertas reglas básicas, sin embargo, siempre se aplican. Lea y vuelva a leer la etiqueta y siga todas las precauciones meticulosamente. Lo más importante, nunca haga que la solución sea más fuerte de lo que dice la etiqueta porque cree que funcionará mejor de esa manera.
Si decide usar un pesticida para controlar los insectos en su jardín, estos son algunos puntos importantes que debe recordar:
- Lea toda la etiqueta y siga las instrucciones al pie de la letra.
- Use guantes de goma, mangas y pantalones largos y gafas protectoras cuando manipule pesticidas.
- Tenga cuidado de no respirar el rocío o el polvo.
- Cuando termine el trabajo, lave su ropa por separado de la ropa familiar y lave todas las partes expuestas de su cuerpo con agua y jabón.
- Utilice equipos que tenga específicamente para su uso con insecticidas. No utilice equipos que hayan sido utilizados para herbicidas.
- Use insecticidas solo cuando el aire esté quieto. El viento se llevará el producto químico, creando un posible peligro en otro lugar. El insecticida debe secarse sobre las plantas para que sea efectivo; la lluvia lo lavará.
- Trate solo las partes afectadas de la planta. Use una dosis ligera pero completa. No empape las plantas innecesariamente.
- Guarde el material sin usar ni diluir en su envase original en un área bajo llave fuera del alcance de los niños.
- Deseche el recipiente vacío con cuidado, de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta.
- Lave cuidadosamente todas las verduras tratadas antes de comerlas.
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