Las rosas son unas de las plantas más bonitas y populares que podemos elegir a la hora de decorar nuestro jardín o como regalo para una persona que amamos. Si cultivamos y cuidamos nuestras propias rosas, regalarlas a nuestros seres una vez han crecido será aún más satisfactorio. Existen diferentes tipos de rosales: los trepadores, los miniatura o los que plantamos en macetas son algunos de ellos, y evitar que se marchiten es una de las principales preocupaciones. En este artículo de unComo.com te explicamos cómo hacer que las rosas no se marchiten, tanto durante su proceso de crecimiento como cuando las hemos cortado y hemos hecho un ramo con ellas.
Los cuidados de un rosal
Los cuidados de un rosal varían en función del tipo, sin embargo, en el caso de querer plantar un rosal tradicional, lo mejor es cultivarlo en el exterior, puesto que es necesaria su exposición al sol un mínimo de 6 horas al día. El suelo debe drenar bien el agua para evitar que esta quede acumulada y pudra sus raíces, provocando la muerte de la planta. Por esto es recomendable que en el momento en el que plantemos el rosal se haga, como mínimo, en un agujero de 60 cm de profundidad y anchura. No plantes tus rosas demasiado juntas o cerca de algún objeto que pueda impedir su crecimiento o las tapen del sol. En cuanto al riego, las rosas no requieren de mucha agua, por lo que es recomendable regarlas durante el día cuando detectemos que la tierra empieza a secarse, y no durante la noche, puesto que podría formarse moho. No abones las rosas hasta que no sea primavera, época en la que empiezan a crecer, puesto que las heladas podría impedir que crecieran los nuevos brotes.
Por otro lado, la poda del rosal no debe ser excesiva, sino más bien debemos tratar de retirar hojas o rosas marchitas o tallos dañados. De esta forma tus rosas crecerán sanas y fuertes y podremos ver cómo vas desarrollándose con el tiempo. En este artículo puedes consultar cómo y cuándo podar las rosas para que te resulte mucho más sencillo.
Proteger a las rosas de enfermedades
Uno de los mayores riesgos que ponen en peligro la salud de nuestras rosas son distintas enfermedades que pueden aparecer por diferentes circunstancias. Estar preparados ante la posibilidad de que aparezcan así como saber detectarlas es fundamental para poder actuar a tiempo y combatirlas con éxito.
Oídio
También conocido como cenizo o mal blanco, es una de las enfermedades más frecuentes en rosales. Una de las señales por las que podemos detectarlo con más facilidad es la presencia de polvillo blanco o gris claro sobre las hojas, tallos o flores. Si no se actúa a tiempo puede provocar que las hojas se marchiten y mueran. La mejor forma de combatir esta problema y evitar que las rosas se sequen es prevenir su aparición aplicando algunos productos en primavera disponibles en floristerías. El azufre y Dinocap suelen ser los mejores aliados para esta función.
Mildu
Otra de las enfermedades más comunes por las que las rosas se pueden marchitar. Sus primeros síntomas son la aparición de manchas amarillas junto con la presencia de moho que puede variar entre blanco y gris. Esto provoca que las hojas del rosal se sequen y acaben cayendo pasados unos días.
Mancha negra
Es fácil de percatarse de su aparición, puesto que se aprecian manchas negras circulares en las hojas del rosal que se extienden hasta provocar su caída. Es recomendable arrancarlas en cuanto se detecta su presencia.
Negrilla
Provocada por la aparición de pulgones, moscas o cochinillas se caracterizan por manchar las hojas de color negro, consecuencia de una sustancia que segregan los insectos. Es importante eliminar las plagas en cuanto detectamos estas señales mediante un fungicida.
Roya
Es un hongo que se manifiesta mediante la presencia de pequeñas protuberancias de color naranja en la parte de atrás de la hoja y los tallos. Una vez más, se debe combatir mediante la utilización de antifungicidas de forma preventiva.
Hongos de suelo
En la mayoría de ocasiones tiene lugar por un exceso de riego y un mal drenaje que impide la filtración del agua. La forma más fácil de evitarlo es asegurando un buen drenaje del agua a través de la tierra. En este artículo te informamos acerca de cuál es la mejor hora para regar las plantas.
Cómo hacer que las rosas no se marchiten
Si hemos llevado a cabo los cuidados necesarios para que nuestro rosal crezca sano, acabaremos obteniendo rosas que podemos regalar a nuestros seres queridos en forma de ramo o utilizarlas para decorar el interior del hogar. Para ello debemos tener presente una serie de recomendaciones que nos ayudarán a evitar que las rosas se sequen y, de esta forma, duren más tiempo.
Selección de las rosas
Una vez nos hemos decidido a cortar varias rosas de nuestro rosal, es mejor hacerlo por la mañana en cuanto salga el sol. De esta forma, las rosas estarán más frescas al no haber estado expuestas todo el día al sol y temperaturas más elevadas, y evitaremos que se marchiten. Riega el rosal el día antes de que vayas a cortar las rosas para que se mantengan hidratadas. Además, en el momento de la poda, corta los tallos en un ángulo de 45 grados con la ayuda de una podadora de mano.
Las mejores rosas
En el caso de que vayas a comprar las rosas a cualquier establecimiento, trata de hacerte con aquellas que no están expuestas al sol, ya que será más probable que se hayan mantenido más frescas y no estén secas. Es fácil ver por el aspecto de las rosas cuáles son las que están más frescas, ya que los pétalos presentan un color más vivo y están tersos, mientras que las rosas más secas tendrán unos pétalos más débiles y un color más apagado.
Mantenimiento de las rosas
Una vez hemos cortado las rosas de nuestro propio jardín o las hemos comprado en un establecimiento, debemos ponerlas en agua lo antes posible y evitar su exposición al sol. Es una de las formas imprescindibles para mantener las rosas frescas y que no se marchiten. En el caso de que vayas a manipular las rosas para crear un ramo, sumerge el tallo en un cubo y realiza el trabajo. Corta las hojas de la parte del tallo que está dentro del agua para evitar que posteriormente se seque y puedan surgir bacterias.
Ahora que ya sabes cómo hacer que las rosas no se marchiten, es interesante contar con otros trucos que nos pueden ser útiles para este fin. Para ello puedes consultar este artículo sobre trucos para mantener las flores frescas.