Si está buscando volver a pintar sus herrajes o muebles de metal o está tratando de limpiar los errores de un pintor descuidado, quitar la pintura del metal puede parecer una gran tarea. De hecho, existen varios productos en el mercado para facilitar esta tarea. Con paciencia, puedes despojar tus piezas de metal de todo color o barniz. Lea los consejos que se enumeran a continuación y aprenda cómo quitar la pintura del metal.
- Quitar pintura con productos químicos Hay muchos tipos de removedores de pintura químicos. Lea las etiquetas antes de comprar uno para que elija el método que más le guste. Puede elegir entre decapantes líquidos, en aerosol y en pasta. El artículo que está decapando también debe ser un factor en su decisión sobre qué solución química comprar. Los removedores líquidos se secan rápidamente, por lo que son mejores para piezas pequeñas de hardware, mientras que los aerosoles pueden cubrir un artículo grande en poco tiempo. Siga las instrucciones del removedor de pintura. La mayoría requerirá que cubra su metal con la solución, espere a que se active y luego enjuague el metal con agua o cincele la pintura que ahora se puede quitar fácilmente [fuente:Smith &Arrow, Ace Hardware].
- Quitar pintura con bicarbonato de sodio Una forma efectiva y rápida de quitar la pintura de pequeños herrajes de metal es hervirla en agua y bicarbonato de sodio. Toma una olla que puedas desechar y llénala hasta la mitad con agua. Vierta suficiente bicarbonato de sodio en la olla para cubrir completamente el fondo de la olla. Coloque su hardware en la olla y deje que hierva a fuego lento en el agua durante media hora. Cuando saque el metal de la olla, verá que quitar la pintura no requiere esfuerzo. Si no quiere exponerse a productos químicos posiblemente peligrosos, quitar la pintura con bicarbonato de sodio es un gran método [fuente:Smith &Arrow].
- Quitar pintura con calor Otro método para quitar la pintura del metal de manera eficiente es usar calor. Simplemente sumerja pequeñas piezas de metal en una olla de barro llena de agua jabonosa. Enciende la olla de barro y deja que el calor y el jabón trabajen en la pintura. Frote suavemente la pintura suelta con un cepillo de nailon [fuente:Baker].