Pintando puertas

Las puertas al ras, aquellas con superficies lisas y planas, son fáciles de pintar con una brocha o un rodillo, pero las puertas con paneles empotrados pueden ser complicadas. No importa con qué tipo de puerta estés tratando, pinta toda la puerta sin parar. De lo contrario, se pueden mostrar las marcas de vuelta. Antes de comenzar, retire las perillas de las puertas, las placas detrás de ellas y la placa del pestillo en el borde de la puerta.

En puertas ornamentadas, comience pintando los paneles insertados en la parte superior de la puerta. Al igual que con los revestimientos de madera, pinte todos los paneles y las molduras que los rodean. Luego, avance hacia abajo desde la parte superior hasta la inferior, pintando la baranda superior, la baranda intermedia y la baranda inferior (las horizontales) con trazos de ida y vuelta.

A continuación, pinte los montantes verticales (los lados) con trazos de arriba hacia abajo. Si está pintando ambos lados de la puerta, repita este procedimiento. Si está pintando solo un lado, pinte el borde superior de la puerta con una capa ligera. Con el tiempo, la pintura puede acumularse en el borde superior y hacer que la puerta se atasque. Finalmente, pinte el borde de la bisagra y el borde del pestillo de la puerta.

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