Cuanto más antigua sea su casa, mayor será la posibilidad de que haya un área que necesite raspar. Es posible que un trabajo de pintura anterior haya comenzado a pelarse o agrietarse en algunos lugares. Es posible que los alféizares de las ventanas y los marcos de guillotina se hayan astillado, o que la pintura vieja se haya "enredado" en un laberinto de grietas.
Si encuentra estas condiciones, raspe suavemente para eliminar las partículas sueltas, luego líjelas para que se mezclen con el área que las rodea. Si se dedica a la madera desnuda sobre carpintería, imprima los puntos antes de aplicar la última capa de pintura. Si es imposible mezclar las áreas raspadas con las áreas no raspadas en las paredes, repáselas con una capa ligera de compuesto para juntas de paneles de yeso. Cuando las paredes estén secas, líjelas hasta que queden lisas, imprima y pinte.
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