Los pesticidas tienden a tener una mala reputación en la conciencia pública, sin embargo, a menudo recurrimos a los pesticidas para garantizar hogares libres de insectos molestos y posiblemente infecciosos y jardines hermosos y fructíferos. Los efectos secundarios dañinos de los pesticidas se pueden mitigar siguiendo los procedimientos básicos de seguridad y usando el sentido común.
- Utilice un pesticida diseñado para uso doméstico. Los no domésticos tienden a ser mucho más fuertes y requieren un entrenamiento especial y precauciones de seguridad. Si su hogar o jardín requiere un tratamiento especial con pesticidas, llame a un profesional.
- Lea atentamente las instrucciones en el paquete del pesticida y sígalas meticulosamente.
- Muchos pesticidas deben mezclarse antes de usarse. Asegúrese de hacer esto en un área bien ventilada donde no respirará demasiados gases. Es una buena idea usar una máscara y gafas protectoras. También puede necesitarlos durante la aplicación del pesticida.
- No use más de lo necesario; es mejor para su bolsillo y para su salud usar solo la cantidad de pesticida adecuada para el trabajo.
- No debe permitir que los productos químicos toquen su piel. Use ropa que le cubra los brazos y las piernas, así como guantes resistentes e impermeables, y recuerde lavarse bien cuando haya terminado el trabajo.
- Limpie su área de trabajo, equipo y materiales después de usarlos.
- Guarde los productos químicos no utilizados en recipientes seguros y colóquelos fuera del alcance de los niños y los animales.
- Consulte con las autoridades locales, como el Departamento de Recursos Naturales, sobre la forma adecuada de deshacerse de grandes cantidades de pesticidas sin usar.
Si sigue estos pasos y precauciones simples, que incluyen mantener a su familia y mascotas alejadas de las áreas tratadas hasta que estén secas y aireadas, no hay razón para temer usar pesticidas de manera limitada.