Los habitantes de la ciudad no quieren que les recuerden que viven en un páramo industrial. La apariencia lo es todo, ¿verdad? Pero el paisaje metropolitano no es todo casas de piedra rojiza y encantadoras tiendas locales. Hay una infraestructura que mantiene a las ciudades en funcionamiento, y puede ser una monstruosidad. Afortunadamente, los humanos somos criaturas bastante ingeniosas. La solución:edificios falsos. Y la ciudad de Nueva York está llena de ellos.
Estas falsas fachadas son maestras del disfraz. A veces parecen casas adosadas, con ventanas, escaleras, puertas y balcones. Y a veces son instalaciones reutilizadas, como el Strecker Memorial Laboratory en Roosevelt Island, que puedes ver en el video de arriba. Pero sus exteriores desmienten su contenido:en el interior, las máquinas que alimentan los sistemas de energía y transporte de la ciudad están ocupadas trabajando. Los edificios albergan pozos de ventilación, subestaciones eléctricas y túneles de emergencia (porque el apocalipsis zombie es seguro para empezar en Nueva York).
La Gran Manzana no es el único lugar donde puedes encontrar estos frentes engañosos. Hay un encubrimiento para una subestación en Toronto. Una chimenea de ventilación se esconde a plena vista en París. En Chicago, un imponente edificio de piedra caliza y granito negro rematado con un tallado art deco alberga una de las subestaciones de Commonwealth Edison. Sin embargo, no todo es moda antes que funcionalidad:los edificios dificultan que los ladrones accedan a materiales valiosos, como el cobre, en el interior.
Hay algunos signos reveladores de los alter egos de estas estructuras. Las ventanas pueden estar cubiertas. Es posible que las puertas no se abran o que estén hechas de metal resistente. Y oh sí, a veces no tienen techos. Entonces, tal vez su nivel de habilidad para disfrazarse sea más de gafas de Groucho que de Clark Kent. Pero está bien, siguen siendo geniales, por dentro y por fuera.