Las termitas son clientes desagradables. Son casi invisibles, completamente silenciosos y tienen el potencial de causar grandes daños antes de que el propietario reconozca que tiene un problema. El simple hecho de pronunciar la palabra "termita" puede hacer que algunos propietarios se estremezcan, y por una buena razón. Las termitas están activas en 49 de los 50 estados (Alaska es demasiado fría para sostenerlas) y causan más de $50 mil millones en daños a la propiedad cada año.
Si está comprando una casa, hacer que la vivienda sea inspeccionada en busca de termitas de antemano puede ahorrarle dolores de cabeza más adelante. En realidad, si está solicitando una hipoteca, existe una buena posibilidad de que el prestamista requiera que realice una inspección de termitas (así como una inspección general de la vivienda) antes de que finalice la venta.
Una inspección de termitas suele ser un gasto a cargo del comprador, pero vale la pena el precio. La mayoría de los acuerdos de compra de viviendas dependen de los resultados de inspecciones independientes, como las inspecciones de termitas diseñadas para revelar problemas y peligros ocultos:
- Las termitas comen madera de adentro hacia afuera. Eso significa que dejan muy poca evidencia de su presencia hasta que la infestación está bastante avanzada. Debido a que las señales de advertencia pueden ser sutiles, probablemente será necesario que un experto las reconozca.
- Una gran colonia de termitas que se da un festín con la madera de una casa puede consumir una libra de celulosa al día, pero por lo general es mucho menos. Eso puede provocar daños estructurales con los que no querrá lidiar. Sin embargo, la presencia de termitas no significa necesariamente que una casa no esté en buenas condiciones, especialmente si la infestación es relativamente reciente. Un experto sabrá la diferencia.
- Un inspector de termitas puede ayudar a descifrar más que solo las señales de advertencia de las termitas. La mayoría de los inspectores también están capacitados para reconocer la presencia de otras plagas que destruyen la madera, como las hormigas carpinteras.
Si una inspección revela actividad de termitas, es posible que no todo sean malas noticias. Los signos pueden ser restos de una infestación anterior que ya se ha tratado. Un inspector de termitas calificado reconocerá la diferencia entre la actividad de termitas actual y pasada y proporcionará una garantía o declaración escrita a tal efecto. Si la casa ha sido tratada contra termitas, el vendedor también debe poder proporcionar documentación del tratamiento anterior de termitas y cualquier reparación estructural que se haya realizado (o que pueda ser necesaria) para reparar el daño causado por termitas.
Si hay actividad actual de termitas en la propiedad, aún podría no ser un factor decisivo. En algunas áreas del país, las termitas son tan frecuentes que haber tenido un problema menor con ellas no es tan raro. Si una inspección revela que hay termitas presentes pero la infestación es menor, y el vendedor está dispuesto a tratar la casa contra las termitas a su cargo y pagar las reparaciones, aún puede valer la pena considerar la propiedad. Este es un caso en el que vale la pena obtener asesoramiento de expertos sobre la condición de la casa y analizar las opciones con su abogado.