Para dar un toque juvenil, fresco y atrevido en el hogar, el fucsia es un color muy recomendado. Es un tono rosa, una mezcla entre el rojo y violeta que destaca por aportar energía y entusiasmo. Este color resulta ideal para determinadas estancias y nos da muchas posibilidades como elemento diferenciador. El fucsia combina con gran variedad de estilos y es perfecto en pisos juveniles, así como en ambientes románticos y femeninos. Al ser un color fuerte y atrevido, no es preciso abusar de él para evitar cansarnos pronto, pero un solo elemento en fucsia que contraste con la sobriedad en líneas y colores puede resultar un verdadero acierto en decoración. En este artículo de unCOMO te mostramos las mejores ideas para decorar con el color fucsia.
El color fucsia en decoración
El color fucsia es perfecto para dormitorios, pero puede ser usado en muchas estancias de la casa; por ejemplo, en salones, cocinas o baños. Aprovecha para utilizarlo en la temporada de primavera-verano, aunque igualmente resulta muy adecuado para el invierno, ya que nos da esa calidez y luminosidad que faltan en las épocas frías.
Existen grandes posibilidades para combinar con fucsia. Será un acierto mezclarlo con rosas pasteles y blancos, o aprovecharse de su contraste con negros o grises. La primera opción ayuda a crear ambientes más románticos, mientras que combinado con negro, sugiere finura y glamour.
Paredes en fucsia
Una de las opciones es pintar algunas de las paredes del dormitorio o salón de fucsia. Si la estancia no es muy grande, recomendamos pintar solo uno o dos muros, para seguir dando claridad a la habitación.
A partir de la pared, empezaremos a incluir colores como negro o blanco y podemos también incorporar elementos en el mismo tono de fucsia, como cojines o el tapizado de una silla. Puede usarse en paredes lisas, pero también usando papeles pintados con estampados llamativos que incluyan tonos como blancos, rosas más claros, o verdes.
Elementos para contrastar
Si no te apetece utilizarlo en paredes, hay muchos elementos donde este color rosado y energético se puede incorporar:
- En una habitación, quedará ideal en el cabecero de la cama, con alguna silla o mueble tapizado en el mismo tono y algunos toques dados, por ejemplo, por almohadas o cojines. Con un edredón en rosa pastel, el dormitorio tendrá un aspecto suave y cálido, mientras que con un edredón y cojines en negro aportará elegancia. Algunas opciones proponen la combinación del fucsia con el rojo para darle una energía adicional.
- Otros elementos en los dormitorios donde se puede apostar por el fucsia son: un sillón o banqueta tapizado, a juego con el edredón, lámparas, marcos de cuadros, velas o incluso flores frescas.
- Para conseguir ese contraste del que hablábamos con el negro, podemos usar igualmente otros tonos más neutros y suaves, como con diversos tonos de grises o con beige. Esta combinación iría muy bien, por ejemplo en cocinas. Para las islas de cocina con taburetes, una sugerencia atractiva sería alternar taburetes en negro y fucsia. Igualmente, en habitaciones donde predomina el color madera, un elemento fucsia, como una silla o taburete, resultaría en un efecto que revitalizaría la estancia.
- Siguiendo con la línea de jugar con el contraste incorporando una sola pieza fucsia, existen muchas ideas que se pueden incorporar. Por ejemplo, sillas tapizadas en este color, unas cortinas a juego con lámparas o edredón, o el tablero de la mesa de un escritorio -a juego, quizá, con una silla giratoria-.
- Otras opciones son modernizar uno de los sofás o butacas del salón tapizándolos en este color. En la cocina, daría un toque juvenil incorporar una nevera en fucsia. En el baño, las cortinas de la ducha pueden ser en este tono, a juego con otros elementos como alfombrillas o toallas, o escoger uno de los muebles y combinarlos con muebles negros o en colores neutros.
El tono fucsia en pequeños toques
Este color, además, puede incorporarse no solo en uno o dos elementos grandes, como los sofás o cortinas que hemos mencionado, sino en muchos pequeños artículos que vayan a vestir a la habitación de color y nos proporcionarán el efecto deseado. Así pues, puedes optar por menaje para comidas en fucsia (platos, vasos o bandejas), en velas combinando tipos de tamaños y grosor, en elementos decorativos, en jarrones con flores, en tapetes y manteles o en mini almohadas.
Así pues, la mayor ventaja del color fucsia en la decoración de interiores es su versatilidad. Puede usarse en ambientes atrevidos, que busquen alegría e intensidad, pero también, combinado en su justa medida y contrastando con colores sobrios, dar un aspecto más clásico.
Se puede aplicar en la decoración chic, también en estilos retro y vintage (por ejemplo, con elementos antiguos y tonos como el rosa pastel). Además, se puede combinar con morado, en pequeñas cantidades, para los más atrevidos; con diversos tipos de verde y con marrones. Igualmente, es muy fácil mezclarlo con estampados, con rayas o con lunares.
Ya sea en paredes o usándolo en pequeñas pinceladas: atrévete con el fucsia, un color lleno de posibilidades.