Decorar el hogar en color violeta (y sus variantes más oscuras y más claras) continúa siendo tendencia, y no es para menos. Es uno de los colores más sencillos de combinar y puede vestir casi cada estancia de la casa, desde baños a salones, y resulta especialmente adecuado en dormitorios.
La decoración en este color puede darse en paredes, textiles, detalles o muebles, con impresionantes resultados. Si quieres saber cómo decorar una casa con el color violeta, no te pierdas este artículo de unCOMO que hemos preparado para ti.
Significado del color violeta
Este color, mezcla de rojo y azul, se lleva lo mejor de ambos colores: por un lado, la elegancia y frescura del azul; y por otro, la pasión que le da su tonalidad roja. Es un color perfecto para áreas que quieran sugerir misterio; también es el color de riqueza y la inteligencia. Sin duda, es un tono que aporta elegancia y distinción a los ambientes.
Esta simbología no es un invento reciente, sino que se le da ese significado desde hace tiempo. Por eso, años atrás, la realeza y los personajes de las altas esferas solían vestirse de violeta. Asimismo, es el color de la fe, por eso no es raro ver a un eclesiástico con sotana de este color.
Cómo combinar los distintos tonos de violeta
El violeta es muy sencillo de combinar. Además, sus múltiples tonos nos proporcionan grandes posibilidades en decoración. Existen tonos oscuros muy atractivos y con grandes posibilidades, como el morado, el berenjena, el ciruela o el púrpura. Como hemos dicho, aportan más sobriedad, sobre todo combinado con el negro, y quedarán geniales en oficinas o en dormitorios matrimoniales.
Tonos de violeta
- El berenjena: este es un color muy seductor. Se trata de una variedad del violeta, pero con un toque extra que le hacen ser elegido a menudo por las personas que buscan esta elegancia de la que hablábamos. Es un tono idóneo para vestir habitaciones juveniles, aunque, sobre todo, dormitorios de adultos.
- El parma y el malva: estos tonos, más claros, son más adecuados para baños o habitaciones infantiles, porque dan una dosis extra de energía y frescura. Resultan también muy recomendables para estancias algo más pequeñas, pues su claridad nos dará amplitud.
- El lavanda: este tiene un cierto tono más próximo al azul, pero es un color que nos transmite calma, pureza y relajación. Su uso en paredes y textiles nos da como resultado estancias muy suaves, que sugieren inocencia. Por eso, queda muy bien en salones y en baños, aunque también es un color muy a tener en cuenta en dormitorios de adolescentes.
- El lila: suele ser a menudo elegido para pintar los cuartos femeninos, incluso infantiles, pero en realidad su suavidad y su efecto lo hace apto para casi toda la casa. Un color a tener en cuenta en decoración.
Cómo combinar el violeta
En primer lugar, podemos crear una mezcla monocromática: es decir, alternar tonos más claros y oscuros, como el lila, el malva, el berenjena, el morado oscuro casi añil... como resultado, obtendremos una estancia agradable a la vista y elegante.
Pero, además, otros colores quedarán muy bien con el violeta dependiendo del efecto que estemos buscando, sin descartar los claros, como el blanco.
Violeta con negro: la elegancia por excelencia
El negro y el morado (violeta oscuro) juntos en decoración dan como resultado un espacio serio, pero sin duda muy elegante. Esta mezcla de colores con poca luz no es muy recomendable para estancias demasiado pequeñas y tampoco para lugares en los que se busque evocar la alegría.
Es una apuesta más clásica, cuya sobriedad se puede romper integrando detalles en colores claros, como por ejemplo, muebles o textiles blancos, que le aportará a la estancia una luminosidad extra y cierto dinamismo.
Violeta con blanco: limpieza y amplitud
Si lo que buscamos es que nuestra habitación parezca más amplia sin renunciar a la elegancia, podemos tener en cuenta el efecto que hacen juntos el violeta y el blanco. Mientras éste último es un color neutro, el morado se encargará de dar la nota de color, sin renunciar a la luminosidad.
Esta puede ser una buena opción para espacios pequeños, como salones o dormitorios. Si nuestros muebles son de colores claros, lograremos aún más dar la sensación de limpieza y amplitud.
Violeta con gris: un clásico
Para dormitorios o salones en los que se busca el estilo clásico y elegante, la combinación del violeta con el gris es una apuesta ganadora. Esta aporta modernidad, pero sobre todo cierta sobriedad, aunque con color.
Dependiendo de la tonalidad del gris, conseguiremos dar un efecto más similar al blanco (amplitud) o al negro (sobriedad).
Violeta con tonos tierra
El violeta puede decorarse también junto a colores tierra, marrones, arcilla u ocres, dando, por lo general, un efecto mucho más parecido al que da el negro.
Si el tono de nuestro violeta es claro, y el del marrón es oscuro, se recomienda solo pintar una pared de color marrón, y el resto de color lila. De forma contraria, si es el violeta el tono oscuro y el marrón es el claro, la aplicación es la misma.
Violeta con fucsia: algo llamativo
No a todos gusta esta decoración, por lo general mucho más llamativa, pero el fucsia y el violeta, al ser colores próximos en la rueda cromática, pueden combinarse para dar como resultado una estancia llena de carácter.
Esta combinación es ideal para dar vida y color a habitaciones infantiles. Algunos niños y niñas darán saltos de alegría.
Violeta con amarillo: colores opuestos
En el otro lado de la rueda cromática, se encuentra el amarillo, por lo que estos dos colores se llevan bien en la decoración. Sin embargo, hay que hacerlo con cuidado, pues este diseño no es sencillo de llevar a cabo con buenos resultados, sino que conviene medir bien la proporción de ambos tonos, por ser precisamente tan distintos.
Así, a la hora de pintar apostaremos por un violeta estándar y amarillos discretos, como el mostaza o el ámbar.
Ahora que ya sabes cómo decorar una casa con el color violeta, puede que te interese este otro artículo sobre Cómo decorar un baño en color azul.