Durante los primeros meses de vida de nuestro hijo/a, deberemos conseguir que su habitación sea un espacio harmonioso y agradable en el que pueda recibir estímulos positivos. Esto lo conseguiremos mediante la decoración, pero también iluminando la estancia de manera correcta. Deberemos intentar aprovechar la luz natural al máximo, pero esta no siempre es suficiente, por lo que tendremos que echar mano de la iluminación artificial.
Pasos a seguir: 1En primer lugar, a la hora de iluminar correctamente la estancia de los recién nacidos, tendremos que aprovechar toda la luz natural que llegue a la habitación por ventanas o puertas. Nunca deberemos preocuparnos porque entre un exceso de luz a la estancia, porque siempre podremos reducirla con visillos, cortinas, estores o persianas.
2También debemos destacar que para iluminar el cuarto del bebé usaremos, por un lado, una luz general que ilumine toda la habitación y, por el otro, luces puntuales para conseguir una luz más indirecta.
3Para iluminar la habitación de nuestros bebés, se recomienda no usar tubos fluorescentes y halógenos empotrados, ya que generan una luz demasiado artificial y no generan un clima cálido.
4Como iluminación general podremos optar por colocar una lámpara centrada en el techo, que aportará claridad a todo el dormitorio y nos permitirá ver correctamente.Foto: Babygift
5Para la iluminación puntual, podemos elegir una bonita lámpara de pie, pero deberemos cambiarla cuando el niño crezca y empiece a gatear o andar, porque podrá resultar peligrosa. También se puede escoger una lámpara de pared, que ya no será necesario reemplazar, pero tampoco se puede cambiar de sitio.Foto: Caracolas Deco
6También podremos colocar alguna lámpara de mesa o de noche que podremos mover y cambiar de sitio, según las necesidades y circunstancias del momento. Este tipo de lámparas nos puede ser útil por si tenemos que entrar en la habitación del pequeño/a durante la noche, para no desvelarle.