Si deseas cambiar el tono y la textura de las paredes de tu casa o de alguna habitación de ella, sigue leyendo. Porque en éste artículo te contamos cómo pintar las paredes con la técnica de lavar el color. De esta manera conseguirás unas paredes divertida y con textura a parte de dar un toque de novedad a tu hogar. Cuando tengas la habitación lista, sin muebles o que estos estén tapados con plásticos o telas para no mancharlos, y el piso esté cubierto con papel de periódico. Tienes que arreglar los desperfectos de las paredes, y finalmente ya puedes ponerte manos a la obra.
Necesitarás:Primero tienes que limpiar las paredes con un trapo limpio para quitarles el polvo y así a continuación ya puedes pintar.
2Cuando tengas las paredes bien limpias, tienes que ponerte unos guantes y después tienes que verter la pintura de base en una cubeta y removerla. Seguidamente debes de pintar las paredes de forma clásica. Es decir, tienes que esparcir la pintura por la superfície sin gotear y sin que queden demasiadas capas en la primera aplicada. Después tienes que dejar secar la pintura.
3Cuando la pintura de las paredes esté seca, tienes que que verter el segundo bote de pintura en una cubeta y removerla.
4A continuación tienes que aplicar otra capa de pintura de uno o dos tonos más bajos a la que has usado anteriormente. También puedes utilizar un color totalmente distinto, según tu gusto. Éste segundo color lo tienes que aplicar con una brocha en distintas direcciones al azar para que se vea el color del fondo.
5Cuando hayas pintado todas las paredes, verás que parece como si el color estuviese flotando. Se trata de una técnica con una acabado sutil.
6Puedes también decantarte por otras opciones creativas como pintar las paredes con un trapo, con una esponja o ser más clásico y hacerlo con un compresor.