El uso de un sistema de riego puede ahorrarle tiempo, dinero y agua. El tipo de sistema que querrás usar depende del tamaño del área que estés regando y del tipo de plantas que estés cultivando.
Hay cuatro técnicas básicas de riego de jardines:
- Los sistemas de microirrigación riegan las raíces de sus plantas directamente, utilizando solo la cantidad de agua que necesitan. Este método se recomienda para arbustos y árboles frutales enanos en lugar de césped. Debido a que la tubería para microirrigación está sobre el suelo, puede dañarse fácilmente por el clima helado, la suciedad o el vandalismo.
- Un sistema de inundación, en forma de rociador de lecho, burbujeador o sistema de chorro, inunda la tierra en lugar de rociar las plantas desde arriba. Use este método para regar plantas que son propensas a enfermedades y moho si se riegan en exceso, como rosas, árboles frutales y cubiertas vegetales. Su terreno debe ser particularmente plano para usar un sistema de inundación, o el agua no fluirá de manera uniforme, lo que provocará erosión y desperdicio de agua. Un sistema de inundación requiere una fuente abundante de agua.
- Los aspersores rotativos rocían agua mientras giran en círculo. Son ideales para césped y césped porque su rociado puede alcanzar hasta 100 pies (30,5 metros). Asegúrese de tener alta presión de agua para obtener mejores resultados. Es probable que estos aspersores requieran un mantenimiento regular.
- Un sistema de riego por aspersión generalmente usa un aspersor tradicional que puede levantarse del suelo cuando está en uso. Este sistema ajustable puede cubrir desde uno hasta 15 pies (0,3 a 4,6 metros). El riego por aspersión funciona bien incluso si la presión del agua es baja, y es mejor usarlo en áreas pequeñas y de forma regular. Sin embargo, estos sistemas son imprecisos y, por lo tanto, pueden terminar desperdiciando agua. Si su agua está llena de minerales, deberá reemplazar los cabezales de los rociadores cada vez que se obstruyan debido a la acumulación de minerales.