La menta piperita o Mentha x piperita, como se le conoce por su nombre científico, es una planta aromática herbácea, que se emplea mucho en gastronomía y también en el ámbito de la salud y de la medicina. Es una planta procedente de Asia central y de la zona del Mediterráneo, que puede tenerse en casa y cultivarse de forma sencilla, siendo posible utilizar así sus hojas en cualquier momento. La ventaja es que no necesita muchos cuidados específicos. En general, se cultiva como otras plantas medicinales o que se emplean en gastronomía como el romero, el orégano o el rabo de toro, ya que son todas de la misma familia: la lamiaceae o labiatae.
Si quieres tenerla en casa, desde unCOMO te explicamos los cuidados de la planta menta piperita para que siempre la tengas disponible cuando la necesites o, simplemente, la emplees como planta ornamental.
Ubicación idónea de la planta menta piperita
La menta piperita es una planta de exterior. La elección del sitio perfecto es especialmente importante porque necesita algo de sol, pero no una exposición directa, sobre todo, a las horas de mayor radiación solar.
De esta manera, hay que buscar un lugar que sea soleado pero con sombra parcial, es decir un lugar con semisombra. Es la mejor ubicación para que crezca bien, aunque es una planta bastante resistente a pesar de que, inicialmente y a simple vista, no lo parezca.
Qué temperatura es adecuada para cuidar a la menta piperita
La menta piperita necesita temperaturas cálidas, sobre todo, en el verano. No obstante, a pesar de ello, soporta bien el frío. De hecho, puede sobrevivir con temperaturas de cero grados centígrados.
No obstante, estas bajas temperaturas solo las aguanta si son durante unos días o períodos de tiempo no muy prolongados. Es decir, que en un clima muy frío es difícil que viva durante mucho tiempo en perfectas condiciones y lo que realmente necesita es un clima templado o algo caluroso.
Cómo regar la menta piperita
La planta piperita es una planta que necesita ser regada con bastante frecuencia, sobre todo, en el verano. De hecho, lo recomendable es regarla, entre cada 5 días aproximadamente en épocas de calor, siendo conveniente que la tierra siempre esté húmeda, que no significa encharcada.
Sin embargo, tampoco hay que excederse. Y es que, aunque es necesario que el suelo mantenga la humedad, la menta piperita no soporta el encharcamiento ni una cantidad elevada de agua.
El exceso de agua, a su vez, presenta una serie de problemas. Y es que, aparte de marchitarse y ponerse lacia, se facilitará la aparición de enfermedades, principalmente, de hongos.
Además de estas generalidades, hay que tener especial cuidado con el riego cuando se corta alguna parte para ser utilizada. En este caso, siempre se debe:
- Regar un par de veces antes de cortarla por primera vez.
- Regarla diez días antes de volver a realizar algún corte de hojas.
Características de la tierra para la menta piperita
Una de las ventajas de la menta piperita es que puede plantarse en prácticamente cualquier tipo de suelo porque, en este sentido, no es una planta muy exigente. Sin embargo, sí se debe tener en cuenta que la tierra no tiene que ser demasiado seca. Tampoco los terrenos arcillosos son los más recomendados. Siempre que se pueda, es conveniente optar por tierras o terrenos calcáreos.
Si la menta piperita está en maceta en lugar del suelo, lo más recomendable es que sea una tierra fértil, que mantenga bien la humedad y con un pH de entre 6,5 y 7,5. Es clave que en la maceta –al igual que si está en suelo-, haya un buen drenaje para que la tierra esté húmeda, pero no se produzca un encharcamiento.
Además, es importante abonar la tierra, con independencia de que la menta piperita esté en suelo o en maceta. Siempre hay que poner abono orgánico, aparte de añadirle magnesio y manganeso.
Cómo reproducir la menta piperita
La menta piperita puede reproducirse de cuatro formas: esquejes, brotes laterales, rizomas y semillas. Cada una de ellas tiene sus particularidades, así que vamos por partes:
- Esquejes: en este caso, la plantación tiene que realizarse tan solo a finales del invierno o principios de la primavera
- Brotes laterales: también se conocen como estolones y se tienen que plantar en primavera o principios de otoño.
- Rizomas: para plantarlos, hay que extraer durante el otoño fragmentos de la raíz de unos tres centímetros de longitud. Los rizomas se plantan directamente en la maceta, siendo conveniente que estén en un lugar frío y protegido para que puedan ser transplantados en verano.
- Semillas: es el método más complicado porque no siempre suelen crecer bien en casa. Esta plantación se hace en primavera, aunque se colocan en su terreno definitivo en verano.
Con independencia del sistema elegido, no hay que olvidarse de que siempre hay que regar después de haber realizado la plantación. Además, a los 10 o 20 días, en función de cómo este la tierra, es conveniente volver a regar de nuevo. Aquí te contamos más sobre Cómo plantar menta.
Desde unCOMO, esperamos haberte ayudado a saber más sobre los cuidados de la menta piperita. Ante cualquier duda o problema con esta planta, siempre es recomendable que consultes con un experto de tu floristería o vivero para que puedas tener la menta piperita en perfecto estado.