¿Estás pensando en plantar geranios? Si la respuesta es afirmativa, lo cierto es que esta planta de exterior es una opción excelente para decorar nuestro jardín, terraza o balcón. Existen más de 400 especies de geranios, y podemos encontrar colores como rojo, púrpura, blanco y rosa, motivo por el que quedarán geniales en macetas o en el suelo de cualquier exterior. Plantar semillas o esquejes de geranio nos permitirá disfrutar del proceso de crecimiento de la planta, una experiencia sin duda enriquecedora que nos ayudará a apreciar nuestro trabajo y constancia. Si bien plantar esta especie no es difícil, es imprescindible tener en cuenta los cuidados del geranio. Esta flor necesita estar a pleno sol y debemos estar al corriente de las enfermedades que pueden afectar a su salud. Por ello en este artículo de unComo te explicamos cómo plantar geranios, además de darte algunos consejos que necesitarás para que la flor crezca sana y bonita.
Cuándo plantar geranios
Lo primero que debemos pensar es el momento en el que vamos a plantar nuestros geranios, ya sea en macetas o directamente en el suelo. La mejor época del año es en primavera-verano, momento en el que la temperatura y el sol son los ideales para ayudar a que la planta crezca sana.
Es imprescindible que las semillas o esquejes se planten después de la época de heladas, es decir, cuando ya haya finalizado el invierno. De lo contrario, la planta no soportará el frío y nuestro esfuerzo habrá sido en vano. Esto no significa que los geranios no puedan estar expuestos a temperaturas bajas, sino que durante su primera etapa de desarrollo son más débiles. No obstante, una vez la planta haya superado esta primera etapa, será más fuerte y una vez llegue otoño y verano podrá aguantar el frío.
Los geranios florecen en verano, por lo que es recomendable que las semillas o esquejes sean plantados en primavera, para que de esta forma las flores crezcan en verano y podamos disfrutar de su color y su belleza.
Dónde plantar los geranios
Los geranios son plantas de exterior que necesitan mucha luz. Por este motivo deben ser plantados en el suelo de nuestro o jardín, o en macetas que podamos dejar en nuestra terraza o balcón. En caso de que decidas hacerlo en el suelo de tu jardín, asegúrate de escoger una parte del terreno que esté expuesta al sol habitualmente, puesto que los geranios necesitan luz intensa, como te hemos explicado anteriormente. Ahora bien, tampoco se trata de que la luz del sol caiga sobre ellos durante todas las horas, por lo que debemos pensar bien la localización.
Cómo plantar geranios
Una vez tenemos claro el lugar en el que nuestros geranios serán plantados, debemos decidir si queremos plantar semillas o esquejes. La diferencia es que plantando semillas experimentaremos todas las etapas de desarrollo de la planta, mientras que los esquejes son fragmentos de geranio que han sido separados específicamente para que sean plantados y se reproduzcan. Si plantamos esquejes a tendremos un geranio que ha superado su primera etapa de desarrollo.
Ambas opciones son válidas, tan solo debemos decidir cuál de las dos preferimos en función de si tenemos más o menos paciencia, o si no queremos arriesgarnos a que las semillas no crezcan.
Geranios en el suelo
En el caso de plantar los esquejes o semillas de geranio en el suelo del jardín, el requisito más importante es que el terreno tenga un buen drenaje para evitar que el agua se estanque. Realiza agujeros de unos 3 cm en el suelo con una separación suficiente para que cada geranio pueda desarrollarse correctamente.
Geranios en maceta
Si nos hemos decantado por esta opción, debemos seleccionar una maceta adecuada para que nuestro geranio crezca sano. Hay distintas especies de geranio, por lo que infórmate a la hora de comprar los esquejes o semillas de qué tipo es la tuya. Aprovecha para comprar una tierra adecuada, oxigenada, con un pH óptimo y con los elementos necesarios que requiere la planta. En este artículo te explicamos cuáles son las mejores plantas para el balcón.
Esquejes
Si prefieres plantas los esquejes directamente, puedes seleccionar los brotes de un geranio que tengas en casa o comprarlos en una tienda. En este caso, debes hacer un agujero en la maceta o suelo e introducir el esqueje. Trata de seleccionar aquellos que tengan un buen color y no han florecido. Si seleccionas los esquejes de tu propio geranio, necesitarás unas tijeras de podar para cortar el brote a una longitud aproximada de 8 cm. una vez plantados los esquejes del geranio, regamos un poco para ayudar a la planta a adherirse a la tierra.
Semillas
Compramos las semillas en el establecimiento adecuado, realizamos diferentes hoyos en la tierra y colocamos en cada uno de ellos una semilla de geranios. En el caso de que se plante en una maceta, debemos preguntar la distancia que debe haber entre cada planta. Especialmente si se trata de una especie de geranio grande, la distancia entre cada uno deberá ser de unos 60 cm aproximadamente. Regamos ligeramente la tierra con las semillas en su interior y ¡listos!
Cómo cuidar los geranios
Riego
Una vez hemos plantado los geranios, lo recomendable es regarlos una vez a la semana, asegurando el correcto drenaje. En caso de que el agua se quede estancada, el exceso de humedad provocaría que sus raíces se pudrieran. Durante las épocas cálidas, debemos regar nuestros geranios diariamente, puesto que están muy expuestos a la luz del sol. Una vez haya florecido, no riegues la planta desde arriba, sino directamente desde los tallos en contacto con el suelo.
Luz
Los geranios necesitan del contacto directo con la luz. Lo mejor es que, como mínimo, tengan sol 6 horas al día. Coloca las plantas en una zona con mucha luz solar, para que crezcan fuertes y hermosas.
Poda
Debemos retirar las hojas amarillentas de los geranios, ya que nos indican que están marchitas. Realizar una buena poda en primavera, una vez la planta ya se ha desarrollado ayudará a que la planta crezca en mejores condiciones. Así pues, retira las hojas muertas por el punto de unión con el tallo.
Abono
Abonar la planta una vez al año, como mínimo, es un requisito fundamental para enriquecer la tierra con nutrientes que ayudan a crecer a los geranios. Es recomendable abonar las flores con frecuencia, sobre todo durante la época de floración mediante abono líquido que puedes encontrar en floristerías o tiendas de jardinería. En este artículo te enseñamos a hacer un abono natural para tus plantas.
Plagas y enfermedades de los geranios
Como todas las plantas, los geranios están expuestos a distintas plagas y enfermedades que pueden hacer que nuestro trabajo se vea entorpecido. Conocer las más comunes y estar informados acerca de sus características puede ser útil para prevenirlas y actuar en caso de que aparezcan. Tanto si plantamos esquejes o semillas, una vez la planta se ha desarrollado está más expuesta a algunas enfermedades que te explicamos a continuación.
Enfermedades de los geranios
Las enfermedades más comunes que pueden dañar nuestros geranios son aquellas protagonizadas por hongos.
- Botritis. Se puede presenciar una capa de moho gris oscuro. Las partes afectadas se pudren y durante la primavera es la época más frecuente en la que puede aparecer, puesto que hay más humedad.
- Puccinia. Conocida como roya, su acción se nota porque las hojas tienen pequeños bultos de color oscuro que posteriormente adquieren un tono naranja.
- Oidio. Se caracteriza por la presencia de un hongo blanco o de color gris en hojas y brotes. Cuando la planta ha sido invadida por este hongo las es frecuente que las hojas se sequen y queden amarillentas.
- Antracnosis. Podemos detectarlo al ver manchas negras o marrones que se agradan en los brotes, hojas o capullos.
Plagas de los geranios
- Pulgones. Son parásitos que se clavan en las hojas absorbiendo la savia. Como consecuencia, el geranio se debilita y se acaba marchitando. Es fácil ver a estos pequeños insectos.
- Araña roja. Su presencia puede detectarse en la parte inferior de las hojas y son muy pequeñas. Provocan que las hojas de los geranios se tornen amarillas.
- Orugas. El efecto de esta plaga se traduce en la aparición de agujeros en la hojas provocados por las orugas. La forma más sencilla de acabar con ellos es retirarlas una por una.
- Mosca blanca. Son moscas muy pequeñas, más frecuentes en verano, que actúan de forma similar a los pulgones.
- Cochinillas. Absorben la salvia de los geranios haciendo que las hojas se marchiten. Producen una sustancia conocida como melaza que atrae la atención de la negrilla, otro hongo perjudicial para el geranio.
¿Conoces las propiedades del aceite esencial de geranio? Te las explicamos en este artículo.