Los champiñones son muy fáciles de cocinar y combinan con casi todo tipo de alimentos: salsas de pasta, pollo, carne, cordero, ensaladas; las opciones son infinitas y siempre deliciosas. A diferencia de otros cultivos, el de champiñones es muy delicado y cada paso debe seguirse estrictamente. Por ello, en este artículo de unComo.com te decimos cómo cultivar champiñones.
Pasos a seguir: 1Los champiñones necesitan una base para poder desarrollarse, ya que no absorben los minerales de la tierra debido a su carencia de clorofila. Por eso es necesario que el cultivo se realice en una base de estiércol para que los hongos puedan desarrollarse correctamente.
2La siembra de champiñones debe realizarse en lugares oscuros como cuevas o bodegas, y es muy importante vigilar la ventilación, ya que los champiñones necesitan 0,1% de CO2, nunca más de ese porcentaje. Para el cultivo de estas setas existen en tiendas especializadas bolsas especiales que permiten el desarrollo óptimo de su siembra.
3La temperatura en este cultivo juega un papel muy importante, lo ideal es que se mantenga entre 12 y 14 grados con una humedad de 80%. Sin embargo, la siembra de los micelios -lo que forma la estructura vegetal del hongo- solo se podrá hacer cuando la temperatura sea de 24 grados. Esta siembra debe llevarse a cabo inyectando con una jeringa de plástico los micelios en el estiércol.
4Después de la inyección es hora del compost, y para ello es necesario calentar el estiércol a unos 20ºC para estimular el crecimiento de los micelios y por ende, de las raíces. Una vez que ya tengas tus raíces, es hora de colocar frío cubriendo con una capa de musgo, tapando con una manta delgada y rociando agua mineral varias veces al día. Pasado los 10 días debes destapar el cultivo y seguir rociando con agua para ver tus primero champiñones.
5Una vez que tengas tus primeros champiñones, el riego debe ser dos veces al día con agua mineral y nunca debes humedecer tus hongos, solo el musgo.
6Cuando veas que los champiñones tienen su tamaño regular y están suaves al tacto: ¡es momento de llevar a cabo la recolección! Debes cogerlos con cuidado por el sombrero y sacarlos suavemente con un movimiento lento y giratorio -como si abrieras una botella- teniendo mucho cuidado de no dañar el cultivo. Nunca los cortes y úsalos en el mismo momento en que los recolectes.