Dependiendo de la calidad de una persiana, así como del tiempo que esta tenga o del mantenimiento que se le dé, es posible que su mecanismo llegue a presentar averías. Estos problemas pueden hacer que una persiana quede semiabierta, que caiga hacia un lado o que se vea desfigurada.
En cualquier caso, si tienes problemas con la persiana de tu hogar, en este artículo de unCOMO te presentamos un paso a paso fácil y rápido para que puedas solventar el problema tú solo/a. ¿Quieres saber cómo arreglar una persiana rota o descolgada? ¡Te lo mostramos!
Partes de una persiana que se pueden estropear
Cuando hablamos de persianas que no bajan o no suben, nos estamos refiriendo a las persianas venecianas, también llamadas persianas horizontales. Las hay de plástico, de madera y de aluminio, pero en cualquier caso, hay bastantes piezas que pueden fallar y hacer que la persiana no cumpla con su función. Si quieres saber cómo arreglar una persiana atascada, descubre primero qué elementos pueden producir la falla:
- Las lamas o peldaños: pueden estar dañadas, dobladas o fuera de su lugar. Estas son láminas de plástico, aluminio o madera situadas horizontalmente que controlan la entrada de luz. Si estos elementos están muy sucios o anticuados, es posible que sean también los causantes del problema de tu persiana, ya que un exceso de polvo y suciedad hacen que la persiana no se pueda deslizar correctamente. En este caso, la solución se encuentra en una buena limpieza.
- La cinta: puede estar deteriorada, es decir, deshilachada. Esto haría que se enredase en el recogedor y que no pudiésemos subir o bajar la persiana.
- El recogedor o carrete: podría estar roto este instrumento, que es donde se enrolla la cinta o cuerda cuando subimos la persiana.
- Los topes de las persianas: estos, que evitan que la persiana se salga de su lugar cuando se recoge, podrían estar dañados.
- Los flejes o correas de metal: estos podrían estar doblados, rotos o desgastados. La función de los flejes es la de sujetar la persiana en el cilindro. También podría ser que uno de los flejes se hubiese desprendido de la persiana, causando así que esta se ladee o se quede atascada. La solución en este caso estaría en dar con un nuevo fleje.
Ahora que ya sabes qué partes de la persiana pueden fallar, ha llegado el momento de que aprendas cómo arreglar una persiana que no sube o baja.
Cómo arreglar una persiana que no sube o baja
El primer paso consistirá en hacer una revisión general de la persiana antes de empezar a desmontarla, pues así podrás ver dónde se encuentra el problema. Si crees que puede tratarse de un exceso de suciedad en el mecanismo, será tan fácil como desmontar la persiana y limpiar bien todos los elementos (especialmente las lamas y el interior del cajón donde se enrolla la persiana). Puedes incluso engrasar el eje donde se enrolla la persiana si crees que el problema es que se produce un atasco en este.
Si, por otro lado, crees que el problema está en la rotura de alguna lama, la solución más rápida será sustituir esta por una nueva. También es posible que tu persiana pese muy poco, un problema que puede solventarse añadiento una pletina de metal en la última lama.
Sin embargo, puede que el problema se encuentre o bien en el recogedor o bien en la cinta. En este caso, tendrás que cambiar o un elemento o el otro siguiendo este paso a paso:
- Desmonta el carrete que recoge la persiana y la enrolla sobre sí. Para ello, quita los tornillos que contiene la tapa frontal y retírala para que el sistema mecánico de la persiana quede visible. Ten en cuenta que hay tapas que vienen a presión, así que solo tendrás que tirar de ellas.
- Baja la persiana de manera manual hasta donde se pueda. Desengancha las correas o flejes que lleva el carrete para que pueda girar libremente. Si los flejes están rotos o desplazados, tendrás que adquirir las piezas nuevas necesarias, lo que solucionaría el problema. Si los flejes están en buen estado, procede.
- Desenrosca la cuerda o cinta del carrete y suéltala del mismo aflojando el nudo que la sujeta. Termina de sacar esta cinta desde abajo.
- Afloja los tornillos que sostien el recogedor pegado a la pared y procede a destaparlo para ver si el daño se puede solucionar rápidamente sin cambiar nada (suciedad, cuerda enrollada, etc.)
- Si el recogedor o la cinta no tienen reparación, tendrás que sustituirlos. Si quieres cambiar el recogedor, mantén la cinta en el carrete y hazle un nudo de tal manera que quede tensionada. Procede a instalar el nuevo recogedor en la pared y asegúralo con tornillos. Si el problema se encuentra en la cinta, primero tendrás que retirar esta.
- Para lograrlo, retírala del recogedor muy despacio, ya que está tensada en el carrete del recogedor y podría soltarse abruptamente y hacerte daño. No sueltes el carrete del recogedor para no perder la tensión del mismo a la hora de poner la cinta nueva.
- Pasa la cinta nueva por la parte de arriba que va hacia el recogedor y fija la cinta al enganche con un tornillo. Coloca el recogedor donde estaba instalado y sujétalo con el tornillo.
- Coloca en el carrete del cilindro la cinta nueva de la misma manera que estaba la anterior y hazle un nudo.
- Gira con la mano el cilindro hasta que la cinta quede enrollada y tensa en el carrete.
- Finalmnete, coloca la tapa del cajón y haz las pruebas necesarias para que la persiana suba perfectamente.
En este otro artículo sobre Cómo cambiar la correa de una persiana encontrarás un paso a paso aún más detallado.
Cómo hacer un mantenimiento de la persiana
Cambiar una persiana no es extremadamente difícil, sin embargo, es algo que se puede evitar con un correcto mantenimiento. Por ello, te recomendamos que una vez hayas aprendido cómo arreglar una persiana que no sube o baja y hayas solucionado el problema, realices un mantenimiento preventivo. Sigue este paso a paso:
- Saca el eje del cilindro y límpialo para quitar el polvo y la suciedad. Revisa los soportes de los ejes ubicados en sus extremos y asegúrate que están en buenas condiciones, de lo contrario, cámbialos por unos nuevos.
- Puedes lubricar los ejes con una gota de aceite de mecánico para que gire más fácilmente.
- Vuelve a instalar el mecanismo del cilindro de manera que quede bien nivelado, ya que un desnivel del mismo puede producir atascos.
- Vuelve a instalar la cinta en el carrete del cilindro y asegúrate de que quede bien tensa.
- Revisa las láminas de plástico que controlan la entrada de luz. Si alguna está rota o doblada, procede a cambiarla. Para ello, saca la lama por uno de los laterales. Haz una limpieza con un paño suave para quitar el polvo de todas las lamas y lubrica los bujes del cilindro si lo crees necesario.
Así pues, no tendrás que esperar para aprender cómo arreglar una persiana atascada, ya que el mecanismo estará siempre en perfecto estado. Además, desde unCOMO te recomendamos echarle un vistazo a estos Trucos para limpiar las persianas.