Las hormigas pueden ser intrusos molestos en su hogar. Pueden ser invitados no deseados que buscan refugio de las inclemencias del tiempo, pero una explicación más probable es que hayan encontrado una fuente de alimento que vale la pena explotar en algún lugar de su casa, y la explotarán hasta que se acabe toda la comida. En el caso de las hormigas grasas o "ladronas", esa fuente de alimento probablemente sea rica en proteínas. Las hormigas de grasa comen carne, aceite y grasa. También consumirán algunos alimentos que sus hijos pueden haber desechado debajo de la cama o que se hayan dejado caer accidentalmente detrás de un cojín del sofá, como cortezas de sándwich de mantequilla de maní, gotas de helado o bocadillos de queso.
Las hormigas grasas pueden ser particularmente difíciles de controlar porque son ingeniosamente persistentes una vez que etiquetan una casa como la tienda de delicatessen de la esquina. También son pequeños, aproximadamente 1/16 de pulgada de largo, lo que los convierte en imitadores de Houdini en miniatura cuando se trata de explotar pequeñas grietas o agujeros que les permiten entrar y salir sin ser detectados. Su pequeño tamaño y coloración pálida (de bronceado a marrón) también pueden hacer que sea difícil detectarlos hasta que haya una ofensiva de hormigas en toda regla zigzagueando por el piso de su cocina en una marcha desde el tazón de Fido hasta la base de operaciones.
Esa base de operaciones también podría terminar dentro de su casa. Las hormigas grasas pueden instalarse en armarios oscuros, debajo de encimeras, detrás de zócalos y en otros lugares apartados. Les gusta más la madera podrida, pero son adaptables. Si tienes algo comestible cerca, estarán felices de instalarse mientras dure. Incluso pueden ampliar su repertorio culinario a otros alimentos si las opciones de proteínas escasean. Una vez establecidos, son difíciles de eliminar. Por eso es una buena idea evitar problemas con las hormigas de grasa en primer lugar. Estos son algunos consejos sobre cómo deshacerse de las hormigas y mantener estos insectos ladrones al aire libre, donde pertenecen:
- Eliminar fuentes potenciales de alimentos -- Las hormigas grasas prefieren una dieta rica en proteínas. Eso se traduce en elementos sabrosos como la grasa que se acumula en la campana de la estufa y alrededor de la puerta del horno. Ninguna cocina está impecable, pero cuanto más limpia mantenga su casa, menos atractiva será para las hormigas. Hay una ventaja en proteger su casa contra las hormigas. Mantener más limpias las áreas donde se preparan y comen los alimentos reducirá el riesgo de contaminación bacteriana y enfermedades transmitidas por los alimentos.
- Sellar grietas -- Esto puede ser una tarea difícil porque las hormigas de grasa son muy pequeñas, pero siempre es una buena idea encontrar y sellar grietas, huecos y agujeros alrededor de su casa. Si nota numerosas grietas, también lo alertará sobre posibles problemas estructurales en su propiedad. El sellado de grietas también reducirá la pérdida de calor (y generará ahorros de energía) durante los meses de invierno. Selle las grietas grandes con masilla. Para grietas pequeñas o grietas sospechosas, use un poco de vaselina. Las hormigas grasas no se lo comen y constituye una barrera eficaz. A las hormigas no les gusta vadear la baba más que a ti.
- Colocar trampas de cebo -- Si sabe que las hormigas grasas están activas en su propiedad o vecindario, puede ser proactivo y colocar trampas con cebo al aire libre. Hay una serie de variedades en el mercado, pero tenga cuidado de usar cebos que atraigan grasa o hormigas amantes de las proteínas.
- Contratar a un exterminador -- Si tiene una batalla constante con las hormigas amantes de los dulces, existe la posibilidad de que su presencia en su propiedad o en su hogar también atraiga a las hormigas grasas. A las hormigas de grasa les gusta establecer colonias cerca de otros nidos de hormigas. Puede tratar de manejar la amenaza usted mismo o contratar a un experto. Los exterminadores generalmente colocan trampas de cebo y también pueden ubicar y destruir nidos establecidos. Esta es una solución efectiva y permanente, especialmente durante los meses de verano, cuando es probable que las hormigas grasas estén más activas.