En la década de 1930, la industria automotriz comenzaba a florecer y los automóviles se producían en una línea de ensamblaje utilizando herramientas eléctricas automatizadas. Henry Phillips de Phillips Screw Company en Portland, Oregón, inventó un tornillo que requeriría más torsión que el tornillo habitual con su ranura única, en el que el destornillador se centraría fácilmente y sería menos probable que se resbale. Él creía que su tornillo de nuevo diseño, con su ranura en forma de cruz y su nuevo destornillador, ayudaría a mejorar la eficiencia de la línea de ensamblaje de automóviles, permitiendo que las piezas se atornillaran en su lugar de manera fácil y eficiente. La industria automotriz tardó más de lo que esperaba Phillips en darse cuenta, pero finalmente se demostró que tenía razón, y hoy en día el tornillo y el destornillador Phillips son comunes en todo el mundo.
Una de las principales ventajas del sistema Phillips es que el tornillo y el destornillador juntos son autocentrantes. La forma de X de la cabeza del destornillador encaja en la ranura de forma similar del tornillo y se mantiene en su lugar para que la fuerza del par se centre de forma natural, lo que garantiza que el tornillo quede recto. En comparación, con un tornillo regular de ranura única, el destornillador puede deslizarse fácilmente fuera del centro (y, a veces, fuera del tornillo por completo), lo que hace que el tornillo se mueva en ángulo. Otra ventaja es que una vez que el tornillo ha alcanzado su par máximo, el destornillador "se sale":se sale del tornillo para que el tornillo no se pueda sobreatornillar y los lados de la ranura no se dañen. No está claro si el diseño tenía la intención de hacerlo, pero es una función útil.
Henry Phillips patentó su destornillador y tornillo, y la tecnología relacionada con ellos en 1936. Sin embargo, la herramienta Phillips se hizo tan omnipresente que en 1949 perdió la patente, aunque su nombre ha permanecido vinculado tanto al destornillador como al tornillo.