Saber cuándo reemplazar o reparar los electrodomésticos es una de las claves para obtener el mejor valor por su inversión. Las piezas de repuesto para electrodomésticos suelen estar disponibles entre siete y 10 años después de la fabricación y, a veces, durante mucho más tiempo. Sin embargo, la disponibilidad de piezas no es el único criterio que debe tener en cuenta al evaluar una reparación.
Si su electrodoméstico aún es relativamente nuevo, es posible que tenga cobertura de garantía para los componentes principales. Consulte el manual del propietario para obtener más información. El siguiente paso es hacer un pequeño reconocimiento. Un amable gurú del departamento de servicio puede ayudarlo a diagnosticar el problema de forma gratuita por teléfono. Un interruptor suelto puede parecer una falla completa del sistema y terminar siendo una solución de cinco minutos.
Es posible que su electrodoméstico solo necesite un "elemento de uso" simple, como un cinturón o una arandela. Los técnicos a menudo almacenan piezas de repuesto comunes como estas en sus camiones, lo que hace que esta sea una reparación de servicio fácil y relativamente económica. Otra buena noticia es que usted mismo puede reemplazar fácilmente estas piezas de desgaste comunes. De hecho, hay muchas ubicaciones en la Web que tienen todo tipo de repuestos para electrodomésticos para los guerreros de fin de semana que están decididos a ahorrar uno o dos dólares. Estos sitios a menudo incluyen sugerencias para la solución de problemas, vistas detalladas de piezas y enlaces a vendedores de piezas. Es un nuevo y valiente mundo de bricolaje, pero ¿significa eso que debes seguir reparando un cacharro para siempre? Bueno, probablemente no.
Los electrodomésticos más antiguos pueden parecer una ganga porque ya los pagó, por lo que existe un fuerte incentivo para mantenerlos en funcionamiento el mayor tiempo posible. Sin embargo, cuando se diseñó y construyó ese refrigerador o lavavajillas, la tecnología de conservación de energía no era lo que es hoy. Gracias a programas como Energy Star, un esfuerzo combinado del Departamento de Energía de los EE. UU. y la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU.), está casi garantizado que un nuevo electrodoméstico importante usará menos energía que su contraparte anterior. Esto significa un ahorro de costos para usted y una gran ventaja para el medio ambiente. Aún tendrá que gastar algo de efectivo, pero experimentará un ahorro durante la vida útil del nuevo electrodoméstico. El costo de la energía está aumentando, por lo que los ahorros potenciales de energía en el futuro asociados con la actualización de sus electrodomésticos podrían ser significativos.
Si después de algunas investigaciones parece que necesitará hacer una llamada de servicio para reparar su electrodoméstico, mire detenidamente cuánto es probable que cueste. Las empresas de reparación a menudo pueden brindarle un diagnóstico tentativo y un presupuesto por teléfono. Si una reparación costará el 50 por ciento o más de lo que pagó originalmente por el electrodoméstico, es mejor que invierta el dinero en un reemplazo. Si el electrodoméstico le ha causado problemas en el pasado reciente, incluya esos cargos anteriores en sus cálculos. Cuando empiezas a gastar dinero bueno en dinero malo, es hora de dar por terminado el día.
¡Mirar el lado bueno! Ahora que va a comprar un electrodoméstico nuevo, tiene una excusa para disfrutar de esa remodelación en la que ha estado pensando.