Las almohadillas de limpieza abrasivas y los productos para fregar pueden rayar la superficie mientras intenta restaurar el brillo de un fregadero de acero inoxidable. Si está remodelando su cocina y le gustaría restaurar el brillo de su fregadero, los siguientes consejos pueden ayudarlo a deshacerse de las manchas y los depósitos de agua dura que opacan sin rayar ni estropear el fregadero.
Independientemente del acabado que elija, un fregadero de acero inoxidable puede volverse opaco y rayado si no se limpia con regularidad. Una vez que su fregadero se raya o se desafila, los restos de comida y la espuma de jabón se adhieren a él más fácilmente. Restaurar el brillo puede ser un proceso de varias partes, ya que puede haber muchos factores involucrados en opacarlo, como manchas de agua dura, rayones y manchas de comida.
Para eliminar rayones
Algunos acabados y pesos de acero inoxidable se rayan con mucha más facilidad que otros, mientras que algunos tienen un acabado "satinado" o mate. No utilice esta técnica en un fregadero con acabado satinado; no lo pulirá a un alto brillo.
Materiales
- Bicarbonato de sodio
- Agua
- Lana de acero de grado fino
Instrucciones
- Mezcle dos partes de bicarbonato de sodio con una parte de agua para formar una pasta espesa.
- Aplique la pasta en las áreas rayadas del fregadero y pula el fregadero con una esponja de lana de acero de grado fino.
- Enjuague bien el fregadero para eliminar cualquier residuo de bicarbonato de sodio.
Para eliminar las manchas de agua dura
El agua dura tiende a rayar y acumular depósitos minerales en el acero inoxidable. Para ayudar a prevenir esto, seque el fregadero cada vez que lo use.
Materiales
- Vinagre
- Toalla de papel
Instrucciones
- Remoje una toalla de papel en vinagre blanco.
- Aplica la toalla de papel sobre las manchas de agua dura y déjala reposar durante unos minutos.
- Limpie el fregadero con la toalla empapada en vinagre y enjuague bien.
Para eliminar el óxido
No existe un estándar sobre la producción de fregaderos de acero inoxidable en los Estados Unidos. Esto significa que el grosor y la composición química de cada fregadero pueden ser diferentes. Si bien la mayoría de los fregaderos de acero inoxidable no se oxidan, algunos modelos más antiguos pueden comenzar a oxidarse en los bordes con el tiempo. Por suerte, esto se puede limpiar.
Materiales
- Alcohol isopropílico
- Paño suave
Instrucciones
- Remoje un paño suave en alcohol isopropílico y utilícelo para pulir las áreas oxidadas del fregadero.
- Enjuague bien y seque.
Para eliminar manchas de comida difíciles
Dependiendo del acabado de su fregadero de acero inoxidable, algunos alimentos pueden dejar una decoloración o una mancha que puede ser difícil de enjuagar.
Materiales
- Peróxido de hidrógeno
- Cremor tártaro
- Paño suave
Instrucciones
- Mezcle 1 parte de peróxido de hidrógeno con 3 partes de crémor tártaro.
- Frote la pasta resultante en las manchas del fregadero y déjela reposar durante varios minutos.
- Limpie la pasta y enjuague bien con agua.
Para restaurar el pulido
Si su fregadero simplemente se ha desafilado, pero no está manchado ni rayado, puede pulirse un poco para ayudar a recuperar el brillo.
Materiales
- Harina para todo uso
- Paño suave y seco
Instrucciones
- Vierta un poco de harina en un fregadero limpio y seco.
- Use el paño para pulir la harina alrededor del fregadero. Presiona fuerte con el paño mientras frotas.
- Enjuague el fregadero con agua y séquelo bien.
Limpiadores comerciales
La limpieza regular de su fregadero con un limpiador comercial hecho para acero inoxidable ayudará a preservar su brillo y evitará que se deteriore. Pruebe cualquiera de estas marcas como su limpiador de fregadero regular para ayudar a mantenerlo brillante por más tiempo.
- Bon Ami
- Exfoliante suave
- Limpiador de acero inoxidable (hecho por Iris)
- Toallitas de acero inoxidable Weiman
- Amigo del encargado del bar
- Limpiador multisuperficie Windex con vinagre
Mantén ese brillo
Una vez que haya restaurado el brillo de su fregadero, asegúrese de enjuagar la superficie con agua limpia al final de cada día para enjuagar los ácidos, las sales y los minerales que pueden picar y opacar la superficie de acero inoxidable. Luego tómese un momento para secar el fregadero y restaurar el brillo. Estos pocos pasos ayudarán a que su lavabo luzca como nuevo.