Una de las técnicas que más se utiliza a la hora de decorar las estancias es la de combinar distintos colores en las paredes. Sin embargo, no todos los contrastes son positivos, por lo que debemos aprender a combinarlos para que el resultado sea estético y consiga crear el ambiente más idóneo para cada estancia. En este artículo de unCOMO vamos a contarte cómo combinar colores en las paredes dándote algunos consejos y trucos que tienes que saber para que, así, tu casa esté en perfectas condiciones.
Consejos generales para combinar colores en las paredes
Para que la habitación sea amplia y luminosa debe haber algún color que sirva para ayudar a transmitir la luz que entra por la ventana. Por lo tanto, es recomendable que una de las paredes receptoras la luz del sol (que normalmente no es la misma en la que está la ventana) sea de algún color claro. Esto puede conseguirse pintando la pared entera de un mismo color o bien dando preponderancia a los colores más claros y naturales tanto en pinturas como en papel pintado (que además puede ser estampado).
En el resto de paredes puedes jugar un poco más con los colores que más te gusten y que mejor sienten a la estancia. De hecho, ahora los básicos se combinan con los colores más llamativos que puedas imaginar: rosas, violetas, rojos, grises… ¡El que más te apetezca!
En este otro artículo de unCOMO te contamos cómo combinar los colores en la decoración de interiores para que sepas las mejores combinaciones posibles.
Combinar colores oscuros en las paredes
Los colores oscuros son una de las últimas tendencias y son perfectos para crear una atmósfera elegante siempre y cuando lo combinemos con algún color claro que evite que se convierta en algo tétrico. Los marrones, azules, o malvas quedan a la perfección en contraste con blancos o beiges.
Procura utilizar siempre el color más oscuro en las paredes a las que quieres dar protagonismo, aquellas que tienen una pieza fundamental de la decoración como la cama en el dormitorio o el sofá en el salón.
Intenta evitar pintar de color oscuro las habitaciones más pequeñas o con menos luz pues esta tonalidad puede hacer que se vea más pequeña o que te sientas un tanto asfixiado en su interior. Los oscuros están indicados para estancias más amplias y luminosas.
La última tendencia: el color gris
Las paredes en gris son también el último grito en interiorismo, especialmente en sus vertientes metalizadas y brillantes y combinadas con blanco. El color lo deberás dar con los muebles o los elementos de la decoración. Los lilas sirven para destacar algunos puntos de la decoración y dar más alegría a los ambientes.
No obstante, también puedes prescindir de blancos y beige para las combinaciones, aunque son el mejor recurso. Si eres más arriesgada, sustituye estos dos por otros colores suaves o pastel que también pueden crear un contraste muy favorecedor. Eso sí, procura siempre que el resultado no sea recargado, pues este tipo de ambientes no resultan nada buenos para relajarse.