La escoba es uno de los instrumentos básicos y de uso cotidiano en la limpieza diaria del hogar. Con ella recogemos polvo, pelusas, pelos migas y en general cualquier resto de suciedad. Mantenerla en buen estado es esencial para obtener buenos resultados y hay varias maneras para lograrlo de forma muy sencilla. Tras cada uso, es importante sacudirla y retirar, a ser posible usando guantes de goma, aquellos restos que hayan podido quedar adheridos. Además, cada cierto tiempo, es necesario limpiarla a conciencia para que cumpla perfectamente su función y nos dure más tiempo en óptimas condiciones. Si quieres saber cómo limpiar la escoba y dejarla como nueva , continúa leyendo porque en unCOMO te enseñamos las posibles maneras de hacerlo y algunos prácticos consejos para que quede impecable.
Por qué es importante mantener limpia la escoba
Independientemente del tamaño o forma de la escoba y también del material del que estén hechas las cerdas del cepillo, mantenerla limpia es esencial para que realmente cumpla su función: recoger la suciedad, contribuyendo así, a crear un ambiente saludable en el hogar. Barrer con una escoba que acumula restos de todo tipo puede hacer que más que limpiar acabes llevando y esparciendo la suciedad de una habitación a otra y con ella los posibles gérmenes que hayan quedado atrapados en las cerdas del cepillo.
Es importante saber cómo limpiar el cepillo de la escoba porque es ahí donde pueden permanecer elementos nocivos, desde los ácaros presentes en el polvo, hasta las bacterias que pueden estar en partículas de alimentos en descomposición que han acabado en el suelo de la cocina o del salón. Por todo ello, mantener una correcta higiene en la propia escoba resulta fundamental.
Cómo limpiar una escoba de plástico
Desde hace décadas, las cerdas fabricadas en material sintético han sustituido a las de origen natural. Las escobas de plástico son las más utilizadas en el hogar y limpiarlas es un proceso sencillo que debes realizar siempre que detectes que presenta suciedad acumulada o al menos una vez por semana dependiendo del uso, más o menos intenso, que le des. Lo primero que tendrás que saber es cómo quitar los pelos de la escoba, porque es muy frecuente que estos se acumulen en el cepillo sin que casi te des cuenta. Cuando termines de barrer, haz estos tres sencillos gestos y conseguirás quitar pelos y pelusas del cepillo con facilidad:
- Golpea la escoba contra el suelo para que caiga, por su propio peso, la suciedad más evidente. Pon debajo de ella un papel de periódico o un trapo viejo para que luego puedas recoger y tirar los restos que vayan cayendo.
- Apoya el cepillo de la escoba en algún lugar elevado como puede ser la barandilla del balcón o el respaldo de una silla. Ponte unos guantes de goma y, con tus manos, retira los pelos y pelusas enredadas que detectes a simple vista.
- Por último, con un peine pequeño de púas separadas, que solo utilices para este fin, ‘peina’ el propio cepillo y consigue, así, eliminar cualquier pelo que haya quedado enredado.
Además, para limpiar la escoba en profundidad cada cierto tiempo, sigue los siguientes pasos:
- Llena un cubo o barreño con agua templada y añade un chorrito de lavavajillas a mano.
- Desenrosca el cepillo del palo de la escoba y sumérgelo en el agua por unos 20 – 30 minutos.
- Con el cepillo sumergido, ayúdate de tus propias manos, provistas de guantes, para retirar la suciedad visible.
- Pasado este tiempo, saca el cepillo del cubo y remójalo nuevamente en agua limpia.
- Hecho esto, retíralo del agua y déjalo secar al aire libre. Hazlo primero con el cepillo hacia abajo, es decir, apoyado en el suelo y, pasados unos minutos, cuando ya esté medio seco, colócalo hacia arriba, dándole la vuelta a la escoba (apoyada en el palo) para evitar, de esta manera, que las cerdas del cepillo se deformen.
Si tu escoba está muy sucia porque al barrer ha retenido sustancias como grasa, líquidos derramados, restos de comida, etc., un buen truco es añadir al agua del lavado unas gotas de lejía, de amoniaco o, si lo prefieres, de vinagre blanco o de manzana. En cualquier caso, estas sustancias ejercerán su poder desinfectante en el cepillo de la escoba.
Cómo limpiar una escoba de goma
Las escobas de este tipo resultan especialmente útiles y eficaces a la hora de barrer la suciedad más difícil que puede incluso presentarse incrustada en el suelo. Barrer el garaje, donde puede haber líquidos derramados, la zona del jardín, áreas donde se acumule arena, barro, grava o incluso nieve es más fácil con estas escobas, que también requieren un mínimo mantenimiento. Limpiar una escoba de goma es rápido y sencillo con estos pasos:
- Moja el cepillo en un cubo con agua templada o, si es posible, directamente con ayuda de una manguera y agua a presión.
- Si tu escoba está muy sucia, aplica en ella jabón neutro, eliminando la suciedad con un estropajo suave o una bayeta.
- Vuelve a mojar para retirar el jabón.
- Elimina el exceso de agua con un paño seco y deja que el cepillo de goma se termine de secar al aire libre pero protegido del sol.
Como en el caso anterior, si necesitas higienizar más a fondo la escoba, puedes usar lejía, amoníaco o vinagre de limpieza o de manzana.
Ahora que ya conoces estos pasos y consejos para limpiar la escoba de plástico o de goma, quizás te interese descubrir varios consejos más sobre Cómo limpiar la fregona, otro elemento que necesita un mantenimiento similar al de la escoba para ayudarnos a tener nuestra casa limpia e higienizada. Además, te aconsejamos leer este otro post con consejos acerca de Cómo organizarse para limpiar la casa.