El peróxido de hidrógeno, más comúnmente llamado agua oxigenada, tiene múltiples usos. Gracias a su composición y a sus propiedades, este producto no tóxico puede ser aplicado en diversas tareas domésticas. Si no sabes cómo sacarle partido al agua oxigenada, en el siguiente artículo de unComo.com encontrarás algunos sencillos trucos: desde limpiar heridas y desinfectarlas, hasta quitar manchas diversas. Aprende cómo usar peróxido de hidrógeno en casa, un elemento económico e ideal para tus actividades diarias.
Usar peróxido de hidrógeno: desinfectar
El agua oxigenada cuenta con una composición particular que hace que sea un producto sumamente desinfectante, además de nada tóxico. Por ello, será un producto ideal para limpiar baños o desinfectar objetos personales.
Para higienizar el inodoro, te aconsejamos usarlo una vez por semana. Coloca una buena cantidad del producto en un recipiente y deja que repose durante unos minutos. Después remoja la escobilla en el agua oxigenada y frota bien el inodoro para eliminar la suciedad. Si deseas tan solo desinfectarlo, será conveniente aplicar un chorrito a diario dentro del wc.
También te irá de maravilla para desinfectar objetos de uso diario como una esponja. Mezcla en un recipiente el peróxido de hidrógeno con agua, a partes iguales. Coloca la esponja dentro y déjala que se empape con la solución durante unos 15 minutos, aproximadamente. Después enjuágala. Conseguirás una desinfección total.
Usar peróxido de hidrógeno: quitar manchas
Las propiedades del peróxido de hidrógeno son perfectas, además, para eliminar manchas difíciles, como las de sangre o vino.
Para acabar con las machas de sangre, sobre todo si las manchas están en ropa blanca o de tonos claros, aplica un buen chorro de agua oxigenada directamente sobre la mancha y deja que actúe durante cinco minutos. Después, enjuaga con agua fría la prenda y repite la acción tres veces para acabar con la mancha.
Para eliminar las manchas de vino, puedes mezclar el peróxido de hidrógeno con detergente líquido. Hazlo a partes iguales. Después, vierte el chorro sobre la mancha de la ropa y retira la humedad con una toalla seca. A continuación, enjuaga la prenda con agua caliente. ¡La mancha se habrá esfumado!
Usar peróxido de hidrógeno: limpiar
Limpiar los electrodomésticos o los azulejos será mucho más efectivo si lo haces con agua oxigenada.
Quita el mal olor del horno, el lavavajillas o el microondas, elimina sus manchas o evita la aparición de hongos o moho. Para ello, empapa una toalla de peróxido de hidrógeno y limpia los electrodomésticos con ella. Después deja que actúe la humedad durante unos minutos y a continuación seca bien con papel de cocina.
Además, con una mezcla de agua oxigenada con harina, podrás dejar relucientes encimeras, azulejos o superficies de piedra. Aplica la mezcla sobre las manchas de estos materiales. Después envuelve la mancha con la mezcla mediante papel transparente y deja que actúe durante toda la noche. Al día siguiente, podrás retirar el papel y el producto con sumo cuidado.
Usar peróxido de hidrógeno: cuidado del cuerpo
Gracias a sus propiedades desinfectantes, el peróxido de hidrógeno es ideal para limpiar las heridas, sobre todo si estas son superficiales. Puedes usarlo para fortalecer las uñas, así como blanquearlas y embellecerlas. Tan solo deberás pasarte un trozo de algodón empapado de agua oxigenada y notarás el cambio.
Otro uso frecuente es la desinfección de oídos. Aplícate un par de gotas en el fondo de la oreja y deja que el peróxido de hidrógeno actúe entre medio minuto y un minuto entero. Pasado este tiempo, seca el oído si te gotea, aunque si solo está húmedo deja que se seque al aire. Te recomendamos no introducirte nada en la oreja. Si sigues este ritual con frecuencia, el agua oxigenada te ayudará a prevenir resfriados y a combatir infecciones como la otitis.