Actualmente y cada vez más, en las cocinas se instalan placas vitrocerámicas como sistema de cocción, ya que resultan muy útiles y eficaces. Son una buena forma de ahorro y, además, pueden resultar más seguras que otros tipos de cocinas. Pero las vitrocerámicas requieren de una limpieza especial, ya que debemos evitar que se dañe la superficie que cubre las placas e intentar que adquieran mal aspecto. Para eso existen productos específicos que garantizarán una limpieza eficaz y segura. En este artículo de unComo.com puedes ver algunos otros consejos sobre cómo limpiar la vitrocerámica.
Necesitarás:Utiliza siempre limpiadores específicos para vitrocerámicas, ya que están fabricados especialmente para no dañar la superficie de las placas. Podrás encontrarlos en tu supermercado o tienda habitual.
2Te recomendamos utilizar un trapo o paño en lugar de una esponja, ya que esta absorbe demasiado líquido limpiador y podría dejar restos en la vitrocerámica.
3Existen también cuchillas especiales para la limpieza de este tipo de cocinas, con las que podremos quitar de la superficie aquellos restos de comida que hayan quedado incrustados o requemados, sin rayar la vitrocerámica.
4Asimismo, será muy útil que cuando te caiga algo encima del cristal vitrocerámico, lo retires al instante (¡sin quemarte, claro!) para que no se adhiera y resulte más difícil de quitar.
5Deberás utilizar también sartenes, ollas, cazos... específicos para vitrocerámicas, asegurándote también de que estén totalmente limpios para no dañar ni ensuciar las placas.
6Limpia tu vitrocerámica a diario y después de cocinar, para evitar así que la suciedad quede incrustada y, a la vez, cocinar en las máximas condiciones higiénicas.