La remolacha azucarera es una planta popular utilizada en la producción comercial de azúcar, ya que la raíz contiene una alta concentración de sacarosa. Cultivar remolachas azucareras no es tan difícil, especialmente porque pueden crecer en una variedad de climas y suelos. La remolacha azucarera se considera uno de los alimentos naturales más saludables, ya que te ofrece proteínas, minerales esenciales y vitaminas. La remolacha azucarera también contiene fibra y, por lo tanto, es muy útil para tratar el estreñimiento. Incluso contienen antioxidantes, que ayudan a su cuerpo a prevenir enfermedades. Comer remolacha azucarera regularmente mejorará en gran medida su nivel de energía [fuente:Cattanach, Dexter, Oplinger]. Así que caminemos hasta el jardín y comencemos a plantar remolacha azucarera.
- Labra la tierra unos cinco centímetros (dos pulgadas) hacia abajo y retira las rocas. La labranza es muy importante para el crecimiento de la remolacha azucarera y debe hacerse a principios de la primavera, cuando la amenaza de las heladas ha pasado. No labre la tierra más de un mes antes de plantar, o la tierra se secará demasiado.
- Plante semillas de remolacha azucarera a unos 3,8 centímetros (1½ pulgadas) de profundidad en el suelo. No los plantes demasiado cerca uno del otro, ya que las raíces pueden entrelazarse. Cubre las semillas con una capa de tierra. Cuando deshierbe alrededor de las remolachas, tenga cuidado, ya que las raíces de las remolachas azucareras son poco profundas y puede dañarlas fácilmente.
- Riega tus plantas de remolacha azucarera con frecuencia, ya que son grandes bebedoras. Sin embargo, también debes tener cuidado de no regarlas en exceso, o se pudrirán.
- Observe si brotan brotes del suelo. La germinación ocurrirá aproximadamente 15 días después de la siembra. Sus remolachas azucareras estarán listas para la cosecha en el otoño [fuente:Michigan Sugar].
- Excave las remolachas azucareras cuando midan aproximadamente dos pulgadas (5 centímetros) de diámetro. Si se permite que las remolachas crezcan, se volverán fibrosas y perderán su sabor. Una cosecha temprana es vital para que las remolachas conserven su sabor dulce [fuente:Universidad de Illinois].