Hay muchas opciones para preparar un fertilizante orgánico, un ingrediente esencial para abonar, nutrir y cuidar las plantas tanto de interior como de exterior, pero a veces, la rutina y la facilidad de comprar en un supermercado nos lleva a caer en la compra de fertilizantes químicos que pueden acabar dañando tu jardín. Si quieres que tus plantas estén sanas y bien nutridas, lo mejor es alejarlas de los compuestos químicos que pueden acabar dañando y mermando tu cultivo. En unComo.com apostamos por las opciones ecológicas y los remedios naturales, por ello, en el siguiente artículo te descubrimos cómo hacer fertilizante casero. Descubre un remedio natural que saciará y alimentará correctamente a tus plantas, para que crezcan sanas y fuertes.
Fertilizante casero con estiércol
Si te gusta el mundo de la jardinería o el cultivo sabrás seguro que el estiércol es uno de los mejores fertilizantes naturales que existen. Puedes encontrar estiércol preparado para utilizar pero si cuentas con animales como gallinas, conejos o cabras o bien con animales de compañía puedes utilizar sus excrementos para enriquecer el suelo de tus plantas, gracias a su alto contenido en nitrogeno.
Eso sí, no debes añadir directamente el excremento sobre la base de la planta, sino compostarlo antes de utilizarlo. En unComo te contamos cómo hacer abono natural.
Fertilizante casero con harina
Uno de los fertilizantes caseros más efectivos es el que podemos preparar con harina. Para conseguir este abono orgánico necesitarás: harina de semillas, cal agrícola común y cal dolomítica. Todos estos ingredientes podrás conseguirlos en tiendas de jardinería o víveros especializados.
Preparación
- Mezcla todos lo ingredientes a partes para conseguir el fertilizante casero: 4 partes de harina, 1/2 de cal agrícola y 1/2 de cal dolmítica.
- Para conseguir un mayor efecto del abono orgánico puedes añadir 1 parte de harina de hueso o una parte de harina de alga.
Utiliza este fertilizante una vez al año después de la siembra. Deberás colocar el abono y trabajar la tierra para que el producto actúe adecuadamente. Después, humedece el suelo mediante el riego. Verás cómo funciona de bien este fertilizante orgánico.
Fertilizante casero con café
¿Te gusta el café? Pues a partir de ahora, además de disfrutar de su delicioso sabor, podrás aprovechar sus posos para abonar tus plantas. El café es un buen fertilizante natural que te ayudará a oxigenar el suelo de tu jardín gracias a la cantidad de nitrógeno que contiene.
Para preparar el fertilizante de café tan solo deberás ir guardando los residuos y colocarlos en una bolsa de plástico. Lo importante es que el café esté seco antes de añadirlo al compost de la tierra, ya que la humedad podría pudrirlo. Remueve la tierra antes de vertirlo para que quede bien mezclado. Este abono orgánico a base de café te ayudará a mantener tu jardín bello y saludable. ¿Te apuntas?
Fertilizante casero con cáscaras
Todo aquel producto orgánico puede ayudarnos a preparar un buen fertilizante casero. Las cáscaras de huevo, por ejemplo, son un elemento de gran ayuda para el cuidado de nuestro jardín, dado que además de ser un excelente fertilizante pueden ayudarnos a repeler las plagas.
Preparación:
- Tritura las cáscaras de huevo
- Haz hoyos o agujeros en la base de las plantas y coloca dentro las cáscaras trituradas
- Otra opción: sécalas y conviértelas en polvo, después extiéndelo sobre la base de la planta
¡Listo! Gracias a su composición ricas en minerales (contiene un 93% de calcio), las cáscaras de huevo ayudarán a preparar el suelo para el buen crecimiento de tus plantas.
Otra excelente idea es utilizar las pieles de los plátanos, ya que su alto contenido en potasio - nutriente también requerido para el buen crecimiento de las plantas - te ayudará a enriquecer el suelo de manera natural. Entierra las pieles bajo el compost de arena y así conseguirás un fertilizante orgánico perfecto para tus plantas, que poco a poco florecerán mucho más.
Fertilizante casero con césped
Reutilizar la propia hierba de nuestro jardín para conseguir un buen abono orgánico es una muy buena opción. El césped es muy rico en nitrógeno, por lo que, con el paso del tiempo, se acaba convirtiendo en un buen fertilizante natural. Para preparar el abono a base de hierba necesitarás hacer algún que otro recorte del césped o, incluso, de esas malas hierbas que tanto te molesta ver en tu jardín. Todas valen ya que absorben los nutrientes de la tierra que luego servirán para alimentar a nuestras plantas.
Preparación:
- Coloca los recortes de hierba o césped en un cubo.
- Después añádele agua y déjalas reporsar unos dos días aproximadamente.
- Pasado el tiempo requerido, cuela el agua del cubo y haz un té de hierba con esta mezcla (una taza de hierba líquida con 10 tazas de agua).
¡Listo! Aplicando el té de hierba sobre la base de tus plantas conseguirás mantenerlas saludables y alejadas de los productos químicos que pueden dañarlas. ¡Pruébalo!