El ficus es una especie arbórea de la que existen multitud de variedades. Una de las más apreciadas es el ficus benjamina, una planta muy ‘agradecida’, ideal como ornamento para un pequeño jardín, aunque también puedes tener tu ficus benjamina en maceta, poniendo, así, un toque de naturaleza en cualquier rincón de tu casa. A diferencia de otras especies de su misma familia, este tipo de ficus no tiene las hojas demasiado grandes. Las suyas son de tamaño medio, con forma lanceada y con tonalidades que oscilan entre el verde oscuro y los matices amarillentos. Si tienes uno, en el interior o en el exterior, podarlo en el momento adecuado y de la manera apropiada es esencial para cuidar un ficus benjamina correctamente. Si quieres aprender cómo hacerlo, no dejes de leer este artículo de unCOMO en el que te mostramos, al detalle, cómo podar un ficus benjamina y algunos consejos para que tu planta luzca espléndida todo el año.
Cuándo podar un ficus benjamina
Es importante conocer cuál es la mejor época para podar un ficus benjamina porque hay varios factores que conviene tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de hacerlo.
Como primer consejo, hay que decir que la poda del ficus debe realizarse al menos una vez al año para garantizar que la planta crezca sana y fuerte favoreciendo, así, su futura floración. Además de proporcionarle los cuidados básicos, como un riego moderado evitando el encharcamiento, un sustrato adecuado con abono periódico y la suficiente luz para su desarrollo, el ficus benjamina debe podarse bien en otoño o a finales del invierno, justo antes de la llegada de la primavera.
La decisión de hacerlo en uno u otro momento va a depender de las condiciones climatológicas a las que esté sometido tu ficus. Si lo tienes dentro de casa, es preferible hacerlo en otoño. También, si está en el jardín pero vives en zonas de clima suave y sin heladas, el otoño es la época ideal. En cambio, si tu planta de exterior está expuesta a temperaturas por debajo de cero, espera al final del invierno para proceder a la poda. Por supuesto, si tu ficus benjamina presenta hojas deterioradas o enfermas (secas, con moho, con manchas marrones o amarillentas...) no esperes y elimina las ramas afectadas lo antes posible.
Qué se necesita para podar un ficus benjamina
La poda del ficus es sencilla y para realizarla necesitas muy poco. Unas buenas tijeras de poda bien afiladas son, básicamente, lo único que te hace falta para podar un ficus benjamina de tamaño pequeño o mediano. Ten en cuenta que los ficus, incluso el ‘benjamín’ pueden llegar a crecer más de lo que esperas, llegando a superar los 10 o 15 metros si está plantado en suelo y con espacio. Si hablamos de árboles de esta envergadura, además de las tijeras también necesitarás una sierra de uso manual para poder cortar las ramas más gruesas.
Recuerda que es importante desinfectar adecuadamente cualquier herramienta del jardín antes y después de su uso, para evitar que un parásito, hongo o bacteria que haya infectado a una planta pueda pasar a otra parte de esta o a otra planta, desencadenando una plaga entre tus plantas. Asimismo, si tu tijera tiene óxido es muy importante que la limpies antes de este, para evitar ciertos daños a la planta. Aquí te indicamos Cómo quitar el óxido de las herramientas.
Cómo podar un ficus benjamina paso a paso
Puedes podar tu ficus benjamina bien porque es la mejor época de poda o porque quieres darle a la planta una forma determinada, por ejemplo que crezca a lo alto y no a la ancho. En cualquier caso, para que el ficus podado no sufra lo más mínimo y gane en fuerza y belleza los pasos de una poda correcta han de ser:
- Planifica tu poda. Observa a la planta fijándote en detalles como la presencia de hojas secas, de ramas más inclinadas hacia el suelo que el resto o que sobresalen en exceso del conjunto... No se puede empezar a utilizar las tijeras de cualquier manera. Piensa bien lo que es necesario podar.
- Planificado el trabajo, corta las ramas siempre de una en una y siguiendo un orden (de arriba abajo, en el sentido de las agujas del reloj...). Así te resultará más sencillo y tendrás un resultado más armónico y homogéneo. Separa suavemente la rama que vas a cortar del resto, inclinándola ligeramente hacia el suelo.
- A la hora de hacer el corte, hazlo en oblicuo, nunca manteniendo las tijeras totalmente rectas.
- La distancia del tronco o rama principal al punto de corte debe oscilar entre los 2 y los 5 centímetros, aunque todo va a depender del tamaño que tenga tu ficus benjamina y de la forma que quieras darle. Si quieres que la rama podada vuelva a crecer, realiza el corte siempre alejándolo unos centímetros del tallo, respetando, así, el nudo o yema que dará origen a una nueva rama. Si quieres eliminarla por completo, haz el corte lo más cerca posible del tronco.
- Si además de podar tu ficus vas a trasplantarlo, quizá porque ha crecido y la maceta se ha quedado pequeña, aprovecha para recortar también las puntas de sus raíces. Así una vez plantado de nuevo, el ficus benjamina arraigará mejor y crecerá más fuerte. Aquí puedes descubrir algunos consejos sobre Cómo trasplantar una planta.
- Si tu planta presenta una enfermedad o plaga y necesitas hacer una poda drástica del ficus, puedes hacerla cortando todas las ramas afectadas a la altura del tallo, respetando el nudo que las une a él. De esta manera, quizá en la próxima primavera esas ramas vuelvan a brotar con fuerza y puedas disfrutar de nuevo de tu ficus benjamina.
Ahora que ya conocer la poda del ficus benjamina, te recomendamos leer esta otra guía sobre los Cuidados del ficus benjamina para que puedas brindarle lo mejor a tu planta.