Desde hace ya algunos años, los bonsáis se han convertido en una pieza clave en muchos jardines y en la decoración de muchos interiores de viviendas. Hoy en día, se pueden encontrar en viveros y floristerías numerosos tipos de bonsáis. Uno de los más frecuentes es el bonsái ficus retusa porque suele adaptarse bien al clima mediterráneo, a pesar de que su origen se localiza en países asiáticos como China o India. Sin embargo, no por ello, hay que dejar de prestarle atención y darle sus mimos como a cualquier otra planta o arbusto. En unCOMO, te vamos a contar los cuidados del bonsái ficus retusa para que sea la alegría de tu hogar y pueda lucir en todo su esplendor durante los doce meses del año.
Principales características del bonsái ficus retusa
El bonsái ficus retusa pertenece a la familia Moraceae. Su origen, como hemos comentado anteriormente, se localiza en zonas de Asia. De hecho, se cree que procede de países como China o India.
Este árbol está considerado como tropical, caracterizándose por la emisión de raíces aéreas, siendo uno de sus principales rasgos y señas de identidad en comparación con otros bonsáis. Además, también es una especie que se define por su gran resistencia y por lucir perfecto todo el año porque su hoja es perenne.
Como veremos a continuación, necesita cuidados específicos de humedad ambiental, temperatura, luz, riego, abono y poda.
Dónde colocar un bonsái ficus retusa en casa
Aunque el bonsái ficus retusa es un árbol resistente, requiere buscarle una buena ubicación para que pueda sobrevivir y adaptarse al clima sin problemas. Normalmente, puede estar en el exterior durante los meses de verano, teniendo que protegerlo del frío y entrarlo a casa, sobre todo, si las temperaturas son muy bajas.
De esta manera, para los meses más fríos es mejor que esté siempre a cubierto. No obstante, si no se quiere mover de su sitio, la alternativa pasa por buscar dentro de casa un sitio en el que esté protegido, dentro o fuera de casa, pero en el que le dé la luz del sol.
Para elegir la ubicación, una buena manera es orientarse por la temperatura que hará en la zona en la que lo coloquemos. Y es que esta especie no soporta las altas temperaturas, siendo conveniente que el lugar no supere los 35 ºC en ningún mes del año. Pero, tampoco es bueno ponerlo en sitios en los que la temperatura sea inferior a los 12 ºC.
Los principales cuidados del bonsái ficus retusa
Aparte de la ubicación, el bonsái ficus retusa requiere de otros cuidados comunes a todas las plantas y árboles como es el riego, el abono o la humedad, entre otros. Conoce más sobre Cómo podar las ramas y las raíces de un bonsái con esta otra guía de unCOMO.
Precisamente, este último punto es especialmente importante porque se tiende a pensar que necesita un gran nivel de humedad al ser una planta tropical. Y sí es cierto que está mejor en un ambiente húmedo, pero no es recomendable pulverizarlo porque su madera es blanda. Aparte, con este gesto, se favorecería la aparición de hongos.
En cuanto al riego del bonsái ficus retusa, es importante saber que la cantidad de agua que precisa depende de la época del año, aunque en general debe ser abundante:
- Verano: será necesario regar con mayor cantidad de agua el bonsái ficus retusa.
- Invierno: el riego debe seguir siendo abundante, pero de una manera más moderada.
Conoce más sobre Cómo y cuándo regar un bonsái en este otro artículo de unCOMO.
Y, ¿hay que abonarlo? La respuesta es afirmativa. El bonsái ficus retusa también tiene que abonarse. La mejor etapa es entre la primavera y el otoño. No obstante, debes tener en cuenta que su despertar es más bien tardío, produciéndose a veces al principio del verano. De esta manera, tienes que estar pendiente de su brotación para elegir el momento más idóneo para poner el abono para el bonsái ficus retusa. Aquí te contamos más sobre Cómo abinar un bonsái.
Poda, pinzado y alambrado del bonsái ficus retusa
El bonsái ficus retusa también se poda. El mejor momento para la poda del bonsái ficus retusa es, sin duda, la primavera aunque, como hemos comentado anteriormente, hay que estar pendiente del momento de su brotación para no interferir en su desarrollo.
Además, también requiere que se realice el pinzado. De esta manera, cuando veas que el tallo ha alcanzado de cuatro a seis hojas, deberás cortarlo para dejar solo dos. En este proceso no es necesario que emplees una pasta selladora, ya que este árbol emite látex en los cortes, que ayuda de forma natural a la cicatrización.
Y, por supuesto, el alambrado forma parte de los cuidados de este bonsái. En estos casos, siempre tendrás que hacerlo con aluminio anodizado, aparte de tener cuidado de que no se clave mucho en la rama para que no lo asimile con su crecimiento y se produzcan problemas.
Con estos cuidados del bonsái ficus retusa que te hemos contado en unCOMO verás cómo tu árbol está perfecto durante todo el año porque, además, es una especie a la que no suelen afectarle plagas ni enfermedades por la toxicidad de su látex. Solo hay que prestar atención a los hongos. Ante cualquier duda que puedas tener con su cuidado, es recomendable que acudas a la floristería, vivero o expertos para que te las aclaren y te aporten consejos.