Las orquídeas son una de las plantas de interior que más popularidad han ganado en los últimos años. No en vano, también hay que reconocer que se trata de una de las plantas más estéticas y bonitas que podemos tener en nuestra casa, ya que ofrecen un toque natural, pero a la vez elegante, en cualquier ambiente. Sin embargo, a pesar de su popularidad, se trata de plantas que no todo el mundo sabe cuidar adecuadamente.
En este sentido, uno de los aspectos más importantes que habrá que tener en cuenta es saber cómo regar las orquídeas de forma adecuada, ya que, lejos de lo que pueda parecer, son plantas que, en muchos casos, soportan mal el exceso de agua. Si quieres saber cuándo y cómo regar las orquídeas para no dañarlas, sigue leyendo unCOMO y te lo contamos.
Cómo cuidar una orquídea - la raíz de las orquídeas
Entre las principales cosas que tienes que tener en cuenta para regar las orquídeas es su tipo de raíz. Las orquídeas son plantas que tienen, en su hábitat natural, las raíces fuera de la tierra, creciendo a lo largo de otras plantas o árboles, o incluso piedras. De este modo, se trata de raíces que están bien adaptadas al aire y que, de hecho, requieren de un ambiente que sea húmedo pero no encharcado.
En realidad, si las raíces de las orquídeas estuviesen mucho tiempo sumergidas en agua, lo más probable es que, antes o después, terminasen por pudrirse o enfermar. Teniendo en cuenta que se trata de raíces de este tipo, nos podemos hacer una idea de que la forma de riego deberá adaptarse a las mismas, evitando el exceso de agua pero, al mismo tiempo, también el exceso de sequedad.
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Qué sustrato usar en orquídeas
Otro de los aspectos más importantes y que se tienen que tener en cuenta en el cuidado de las orquídeas, incluyendo también los elementos relacionados con su riego, es el sustrato que utilizan. Aunque las orquídeas que se comercializan en los viveros y tiendas de jardinería suelen contar con un sustrato sintético (que no es el más adecuado para estas plantas, aunque sí el más barato), lo ideal sería que contasen con un sustrato biológico.
En este sentido, al hablar de un sustrato biológico, nos estamos refiriendo a un sustrato hecho a partir de restos de madera y musgo. Este tipo de sustrato, al ser muy poroso, permite la correcta oxigenación de las raíces, al mismo tiempo que permite mantener una humedad adecuada. Si tus orquídeas no cuentan con un sustrato adecuado, lo más recomendable es que lo sustituyas por uno de estas características que, de hecho, podrás encontrar en muchas tiendas especializadas.
Así mismo, el sustrato biológico será una buena guía que nos podrá indicar cuándo es un buen momento para regar una orquídea, ya que se trata de un sustrato que no tiende a encharcarse pero, al mismo tiempo, tampoco se seca demasiado rápido. Lo mejor será palpar el sustrato con la mano y, cuando empiece a secarse, regar la orquídea.
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Cuándo y cómo regar una orquídea
Teniendo en cuenta todo lo anterior, así como la propia naturaleza de las orquídeas, lo ideal será regar las orquídeas justo un poco antes de que el sustrato empiece a dar muestras de secado. Así mismo, también será importante evitar el exceso de agua en el plato inferior de la maceta. Aunque una pequeña cantidad de agua en este plato no será un problema, un exceso sí que podría poner en peligro la salud de la planta.
Otro de los aspectos que habrá que tener en cuenta a la hora de regar las orquídeas será el clima y ambiente en el que se encuentren en cada caso. Hay que considerar que no será lo mismo una orquídea que se encuentre en el interior de una habitación que en un exterior, así como el nivel de humedad y temperatura de cada caso, la presencia de aires acondicionados o calefacción, etc. Todos estos elementos influyen en la cantidad y frecuencia de agua que la orquídea necesita para crecer de forma correcta. Lo que, a su vez, hace que sea muy complicado estipular una fecha concreta o frecuencia de regado de estas plantas.
No obstante, a modo de resumen, se puede considerar que lo correcto será regar las orquídeas siempre que el sustrato empiece a secar, así como evitar un exceso de agua tanto en el riego como en la acumulación de esta en la maceta. Aunque requiera mayor trabajo, será mejor regar varias veces la orquídea que una sola que la encharque, ya que este será uno de los mayores peligros a los que podría enfrentarse la planta en el caso de que las raíces se pudriesen.