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Cómo secar lavanda

La lavanda es una planta aromática que desprende un olor muy agradable e inconfundible. Por ello, muchas personas la utilizan para perfumar la casa, el baño e, incluso, el armario. Además, el olor de esta planta es repelente para muchos insectos, por lo que contribuye a proteger nuestro hogar de bichos tan desagradables como las polillas o los mosquitos.

¿Quieres disfrutar del aroma y las propiedades de la lavanda todo el año? El secado es la mejor técnica para conservar sus flores en perfectas condiciones y disponer de esta planta aromática siempre que quieras. Para ello, te recomendamos que plantes lavanda o espliego en casa y, después, sigas los consejos que te ofrecemos en este artículo de unCOMO sobre cómo secar lavanda.

Pasos a seguir: 1

Para saber cómo secar lavanda, tienes que disponer de esta planta. Puedes recogerla en algún campo cercano o en el monte, pero, si la plantas en casa, podrás disfrutar de ella en cualquier momento y aprovechar al máximo todos sus beneficios. Tan solo necesitarás algunos esquejes de lavanda y una maceta con tierra o un lugar en tu jardín para cultivarla. También puedes sembrarla a través de semillas, cómo te mostramos en este otro artículo de unCOMO sobre cómo plantar lavanda.

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También debes conocer los cuidados de la lavanda. No son demasiados, puesto que es un arbusto que se adapta fácilmente a todo tipo de suelos y condiciones. Tan solo deberás asegurarte de que cuente con un buen sistema de drenaje para evitar encharcamientos del agua de riego. También podrás podarla para que crezca más fuerte y aprovechar los restos de poda para secar la lavanda.

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Una vez dispongas de una mata de lavanda, recoge los tallos y flores y prepáralos para su proceso de secado. Deberás ayudarte de unas tijeras de podar para evitar hacer daño a la planta y, por supuesto, también para que la tarea resulte más sencilla. En cuanto al largo de los tallos, te sugerimos que tengan entre unos 10 y 15 cm. Deberás retirar después las hojas, manteniendo, únicamente, la flor.

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El siguiente paso para secar lavanda será atar los ramilletes con un cordel o una goma elástica y tenderlos boca abajo en un lugar ventilado, aunque sin corriente de aire excesiva. Asimismo, la estancia no deberá ser excesivamente húmeda ni deberá incidir el sol de forma directa.

En cuanto al tiempo que debes esperar para que se seque por completo la lavanda, cabe destacar que variará en función del clima del lugar donde vivas, así como de las condiciones de humedad y demás aspectos relacionados con la climatología. Sin embargo, el proceso puede oscilar entre una y dos semanas hasta que las flores queden completamente secas.

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Por último, separa las flores secas de lavanda de sus tallos. Verás que con solo tocarlas se desprenderán fácilmente. De esta manera, puedes guardar la lavanda seca en botes o tarros herméticos, que te permitirán conservarla en óptimas condiciones y usarla cuando la necesites.

Asimismo, también te recomendamos que optes por secar otras flores aromáticas y las tengas siempre a mano. Para ello, puedes echar un vistazo a los siguientes artículos de unCOMO:

  • Cómo secar orégano
  • Cómo secar perejil
  • Cómo secar plantas medicinales