Si pretendes tener algunas plantas en tu patio, jardín, terraza o balcón lo indicado en primer lugar es que te informes respecto a aquellas que sean resistentes a las condiciones climáticas características de tu zona geográfica, así como a la luz del sol. Pero eso no es todo, pues recuerda que las plantas necesitan un mantenimiento regular para conservarse lo mejor posible, de manera que también tienes que valorar el tipo de cuidados que requieren y elegir en base a tu predisposición para dedicarles tiempo. En unComo te traemos este artículo donde te mostramos cuáles son las mejores plantas para exterior, como las hortensias, la hiedra o la lavanda.
Hortensias
A pesar de necesitar muchos cuidados, las hortensias son unas plantas cautivadoras y resistentes que alegrarán tu patio o jardín con sus flores desde el comienzo de la primavera hasta terminado el otoño. Respecto a los colores de estas, dependen en gran medida del tipo de pH del suelo sobre el que se cultiven: en suelos ácidos serán de color azul, en los más neutros, rosas, y en los alcalinos, blancas.
Respecto a los cuidados de las hortensias, los riegos deben realizarse de manera abundante durante la primavera y el verano para que el sustrato esté húmedo continuamente, además de humedecer la cabellera lo suficiente pero no demasiado, para evitar la aparición de parásitos u hongos. En este sentido, para eliminar plagas es conveniente recurrir a fungicidas e insecticidas. Finalmente cabe remarcar que durante la floración debe abonarse frecuentemente.
Lavanda
Otra planta muy resistente al sol y a las altas temperaturas es la lavanda, que con su olor embriagador se convertirá en la alegría de tu hogar, particularmente si el espacio está lo suficientemente cerrado como para que no se escape ni un ápice de su perfume. Aunque se adapta a todo tipo de suelos, crece óptimamente en sustratos sueltos, arenosos, calcáreos y secos, y siempre debe recibir abundante luz solar. Además tampoco necesita ser regada habitualmente, sino que es suficiente hacerlo una vez a la semana; consulta aquí cómo cuidar la lavanda.
Hiedra
Por otro lado, también se puede optar por la hiedra, que además de tener mucha personalidad resiste muy bien las condiciones soleadas, aunque también es ideal para zonas de sombra o cubiertas. Esta planta puede cubrir las paredes de nuestro exterior decorándolas de manera natural, pues llega a una longitud máxima de 30 metros.
Por otro lado, tampoco requiere demasiados riegos: durante estaciones calurosas, 3 o 4 veces a la semana, mientras que en estaciones frías, una vez a la semana. Asimismo, la hiedra es capaz de resistir hasta los 5ºC, pero también soporta temperaturas altas de aproximadamente 32ºC.
Tulipanes
Para los balcones y terrazas se recomiendan mucho unos bonitos tulipanes, pues estos soportan cambios en las temperaturas y son ideales tanto para el invierno como para el verano. Además de una planta de exterior debido a esta característica, también pueden colocarse dentro de casa, y estas plantas no requieren demasiado mantenimiento gracias a su gran resistencia.
Por ello, durante la temporada de lluvia no tienen que ser regadas, en verano han de regarse con regularidad y en primavera no necesitan tanta agua. A la hora de plantar los tulipanes, es preferible que lo hagas en otoño: elige un sitio donde haya algo de sombra y siembra los bulbos a una distancia de 15 cm entre cada uno, después cúbrelo con tierra y finalmente riégalos.
Jazmines
Nuestro preferido. El jazmín con su delicioso olor es una opción idónea para lucir en los exteriores, puesto que necesitan abundante luz, aunque también pueden subsistir en la semisombra. Sin embargo no suelen soportar demasiado bien las heladas y requieren ser regados con regularidad, cada 7 o 15 días, sobre todo en verano. Puedes consultar aquí otros consejos acerca de cómo cuidar una planta de jazmín.
Prímulas
Asimismo también proponemos las prímulas como plantas repletas de colorido que se pueden utilizar tanto en interior como en exterior. Respecto a su mantenimiento, estas necesitan agua pero no en abundancia, pues entonces sus hojas tienden a tornarse amarillas. Asimismo deben ubicarse a la semisombra y no toleran estar a pleno sol, y aunque soportan bajas temperaturas, no resisten grandes heladas.