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Cómo hacer un bonsái a partir de una semilla

El bonsái es una de las curiosidades de la naturaleza más admirada por muchos ya que combina la belleza de una planta con la paciencia y trabajo del hombre. Es una combinación espectacular del trabajo del hombre con la maravillosa naturaleza. Hacer un bonsái es algo complicado y hay un par de formas de hacerlo: la multiplicación sexuada, a partir de semillas o la multiplicación asexuada o vegetativa que se lleva a cabo a partir de un fragmento de la planta. A continuación en este artículo de unComo te explicaremos cómo hacer un bonsái a partir de una semilla.

Pasos a seguir: 1

Teniendo en cuenta el cuidado adecuado, el bonsái puede vivir durante cientos de años, existen ejemplares que han pasado de generación en generación, admirada por su edad, y venerado como un recordatorio de aquellos que han cuidado de ellos durante siglos.

Lo primero que tenemos que hacer es conseguir unas semillas de primera calidad, lo haremos a partir de los frutos. La mejor época para la recolección de los frutos es en noviembre: escogeremos los más grandes y que estén bien cerrados, guardándolos en un lugar fresco hasta que llegue la primavera.

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Una vez entrada la primavera, procederemos a abrirlos hasta llegar a las semillas, si son duros, como por ejemplo las piñas, una manera fácil de conseguirlo es la de aproximarlas a una fuente de calor suave.

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Una vez abiertos, le daremos unos golpecitos en varias direcciones para que las semillas se desprendan por sí solas. Seleccionaremos las semillas de mayor tamaño desechando las mal formadas o débiles y las colocaremos en remojo durante 2 días para obligarles así a salir del letargo invernal.

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El mejor lugar donde sembrar y germinar semillas es un invernadero, la germinación es la base para cultivar un bonsái desde semilla. Puedes hacerlo en otros lugares pero a menudo la temperatura cambia considerablemente y esto llevará a que el sustrato esté demasiado frío o demasiado caliente. Estos cambios de temperatura también hacen variar la humedad del sustrato y, si está demasiado seco, puede causar la muerte de las semillas. Por el contrario, si el sustrato está demasiado húmedo puede favorecer la aparición de plagas y por tanto el fracaso en el cultivo. La temperatura ideal debe ser entre 18 y 22 C, por eso se recomienda que coloques el semillero en un invernadero, pero si no dispones de uno puedes buscar alternativas para mantener la temperatura estable durante el tiempo de germinación.

Las semillas necesitan calor, humedad y aire para poder germinar e incluso la mayoría necesitan oscuridad. Una vez aclarado esto, te explicamos el modo de cultivar un bonsái desde la semilla.

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El suelo que mejores resultados da para hacer bonsáis es 85% de Lutita de 8mm. y 15% de tierra de Algarrobo, pero se puede usar cualquier mezcla estándar. Para realizar la plantación de las semillas, haremos unos agujeros en la tierra con una separación de 3 cm., ya que si plantamos las semillas demasiado juntas nos arriesgaremos a que nazcan altas y delgadas por la falta de aire. A continuación te explicamos cómo plantar las semillas paso a paso:

1- Rellena un semillero de plástico (lo puedes comprar en cualquier tienda de jardinería) con tierra para semillas. Presiónala con los dedos, sobretodo alrededor de los bordes, ya que esa zona es la que se comienza a secar sino se riega correctamente.

2- Continua llenando el semillero con tierra para semillas y utiliza un palo de madera con los bordes rectos para nivelar el sustrato con el límite del recipiente. Una vez hecho esto, utilice una pieza de madera (de forma similar al recipiente y de un tamaño ligeramente inferior al del semillero y con un trozo de madera en su punta para que actúe de mango) para presionar el sustrato unos 12mm por debajo del borde del semillero.

3- Una vez preparado el sustrato, colocaremos las semillas. Asegúrate de que las semillas están espaciadas entre ellas, y no las coloques en los 12mm próximos al borde del semillero ya que ésta zona es la primera en secarse si se descuida el riego.

Puedes utilizar un papel duro doblado para esparcir las semillas si no deseas manipularlas con las manos, aunque no es imprescindible hacerlo así.

4 – Ya colocadas las semillas, usa un tamiz llano de horticultura para cubrir las semillas con tierra hasta tres o cuatro veces su grosor. Si no dispones de un tamiz de horticultura puedes usar uno de cocina que ya no uses. Asegúrate de que se cubren las semillas uniformemente. Algunas semillas necesitan más luz que otras pero no te preocupes así es suficiente.

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Una vez plantadas las semillas del bonsái, las regaremos 3 o 4 veces diarias con agua no calcárea y siempre por la mañana y al atardecer (nunca al mediodía) ubicando los tiestos en un lugar lo mas soleado posible.

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A los 8 días ya veremos las pequeñas hojas intentando desgarrar la tierra. Transcurridos 30 días, prepararemos un combinado vitamínico compuesto por 1 litro de agua a la que añadiremos una ampolla de "Benerva (B1)" que podremos obtener en cualquier farmacia, con dicha disolución regaremos cada 15 días durante los 2 primeros meses.

Una vez que las semillas hayan germinado, debes reducir la temperatura ambiental. El exceso de calor hace que las pequeñas plantas crezcan demasiado deprisa convirtiéndolas en delgadas y débiles. El paso más importante que explicaremos hoy es el trasplante de los brotes de bonsái para espaciarlos para que puedan crecer correctamente,

  • Debes tener especial cuidado al manejar los brotes, ya que sus tallos son aún débiles y se pueden estropear. Además siempre que tomes un brote hazlo por una de sus hojas (normalmente tienen dos hojas aunque también pueden tener una solo), antes de agarrarlas por el tallo. Tras la germinación, retira la cobertura protectora del semillero y continúa con el riego dentro de un recipiente con un poco de agua. Cuando la humedad empape el sustrato hasta la superficie, retira el semillero y espera hasta que se drene el exceso de humedad.
  • Evita que las hojas se humedezcan,ya que pueden enfermar especialmente si la temperatura es baja. Recuerda que los entornos húmedos y fríos provocan enfermedades en los bonsái como los hongos. Una vez que las hojas de los brotes se toquen entre sí, trasplántalos a otra bandeja para que puedan estar espaciadas. El día antes de trasplantar los brotes, riega el sustrato.
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Al año siguiente, en febrero ya podemos darle forma con alambre. Aunque parezca pronto no lo es, ya que si habéis seguido todos los pasos, observareis que los arbolitos tienen la apariencia de uno de 3 años en lugar de 1 año. El alambre, además de darle el estilo deseado se puede utilizar para engrosar el tronco, pero con el cuidado necesario de no dañarlo.

En el siguiente artículo te enseñamos cómo alambrar un bonsái paso a paso.

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Al año siguiente en marzo, procederemos al primer cambio de maceta y poda de raíces. Lo primero será limpiar sin miedo el cepellón de tierra ya que la edad real del árbol es de un año escaso. Extraeremos con sumo cuidado el árbol de la "escurridera" utilizada como maceta y quitaremos cuidadosamente las numerosas raicillas que se habrán enredado en los agujeros de drenaje.

Aprende cómo trasplantar un bonsái con este artículo.

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Una vez liberada la tierra del cepellón de raíces, podaremos las mas gruesas y dejaremos las raíces finas pinzando las que creamos convenientes. En el caso de las coníferas, no debemos desechar la tierra madre sobrante ya que contiene el conocido hongo "Micorriza" y que posteriormente volveremos a reutilizar. Una vez podadas las raíces volveremos a plantar los arbolitos en la misma maceta, en la que deberá permanecer 3 años en los cuales abonaremos exageradamente con abono orgánico lento, respetando los meses de letargo y empleando nuestras técnicas de engrosamiento de tronco, pinzado y modelado.

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Existen dos maneras de cultivar un bonsái. Puedes comprar la semilla e iniciar el proceso de cultivo desde cero o comprar un ejemplar en crecimiento. Puedes comenzar tu bonái desde la semilla, pero debes tener en cuenta que esto puede tomar bastante tiempo para lograr resultados.

Las semillas suelen tomar un tiempo relativamente largo para germinar y convertirse en una planta adecuada a utilizar. Por otro lado si deseas comenzar a cultivar un bonsái desde cero compra las semillas de la especie que más se adapte a tus conocimientos y a las condiciones climatológicas donde crecerá.

Así que, esencialmente, no es necesario hacer un bonsái desde la semilla. Puedes obtener una satisfacción más inmediata mediante la compra de un árbol joven de un vivero o centro de jardinería. Los ejemplares de bonsái comprados en vivero te pueden aportar seguridad ya que se te garantiza la salud del árbol, e incluso te permite observar sus características antes de comprarlo.

Esta decisión afectará a todo el proceso de cultivo de tu bonsái por lo que debes plantear los pros y contras de cada uno de ellos.