Disfrutar en los días de frío del calor que proporciona una chimenea no solo resulta muy agradable, sino que puede ser una manera de ahorrar electricidad en invierno al evitar usar otras fuentes de energía como el gas natural o la electricidad.
Existen múltiples tipos de chimeneas, desde las tradicionales en las que se puede ver el crepitar del fuego hasta las modernas que cuentan con un casete donde se encierra la fuente de calor y son más seguras. No obstante, sin importar el tipo de chimenea, todas cuentan con una salida exterior para eliminar los humos y gases que genera la combustión. Un mantenimiento adecuado es esencial para que las chimeneas resulten seguras, y si tu chimenea está generando humo en tu hogar, en este artículo de unCOMO queremos darte algunos trucos para que no salga humo de la chimenea cuando la pongas en funcionamiento.
Revisa las medidas de tu chimenea para que no haga humo
Tanto por seguridad como por eficiencia, una chimenea debe tener las proporciones idóneas a la estancia donde se va a colocar. Además, para que funcione correctamente, es básico adecuar el tamaño del tiro, o salida exterior, a sus dimensiones.
Para que no salga humo, las medidas de una chimenea deben estar perfectamente calculadas, tomando en cuenta el largo y el ancho de la boca del hogar, es decir de la abertura, con la longitud y el diámetro del conducto que se encargará de llevar los gases al exterior.
Un tubo demasiado estrecho o, por el contrario, desproporcionadamente ancho, dará problemas y puede causar que el humo revoque. Por supuesto, salvo que seas un experto en el tema, la construcción o instalación de una chimenea debe correr a cargo de profesionales especializados, porque son ellos los que podrán establecer las medidas necesarias y exactas para que, una vez en funcionamiento, el humo salga al exterior sin problemas y no acabe en el interior de la estancia.
Si tu chimenea está recién construida y desde el inicio ha empezado a echar humo, consulta con un especialista para revisar que las medidas son adecuadas.
Revisa las normas de distancia de la chimenea del vecino
Asimismo, si sufres de molestias por humos de la chimenea de un vecino, puedes revisar si este cumple las normas de distancia de la chimenea establecidas por tu ayuntamiento. Por lo general, las salidas de humos deben tener una altura de al menos un metro con respecto a la cumbrera del edificio. Además, estas deben estar situadas a al menos 3 metros de separación entre un edificio y otro. Estas normas pueden cambiar en tu ayuntamiento, así que consúltalas directamente para tener seguridad.
Sustituye el extractor de humo para chimeneas de leña
Una chimenea que echa humo de forma constante implica un riesgo importante de intoxicación, por lo que es necesario que hagas una revisión a fondo.
Si es nueva, puede que tenga algún defecto de construcción, como por ejemplo que el tubo que sale al exterior sea demasiado corto o estrecho, o que presente algún codo que impida la correcta salida de los gases de la combustión.
En las chimeneas abiertas, sobre todo si son antiguas, también puede ocurrir que el extractor de humo para chimeneas de leñas (se sitúa en el exterior, en la parte alta del tubo, a modo de ‘sombrerillo’) no esté cumpliendo su función, o se haya deteriorado por el paso del tiempo y/o las inclemencias meteorológicas. En cualquier caso, sustituirlo por uno nuevo puede ser la mejor solución y la más sencilla.
Revisa tu rutina de mantenimiento de la chimenea
Si sufres molestias por los humos de tu chimenea, la razón puede encontrarse en un mantenimiento inadecuado. Cualquier chimenea requiere una mínima limpieza tras cada uso. Es importante no solo retirar los restos de cenizas, sino también las minúsculas partículas que puedan haber quedado adheridas a las paredes de ladrillo refractario o de hierro fundido en el caso de los casetes.
Es una práctica muy sencilla, ya que puedes eliminarlas pasando un cepillo, y es también fundamental para que no se vayan acumulando residuos que dificulten una buena ventilación en el interior de la chimenea. Si la tuya es de casete, también es esencial no olvidar retirar las cenizas que caen en el cajetín.
Además de la limpieza del hogar, también hay que revisar que el tiro está en buen estado. En ocasiones, el humo sale de la chimenea porque algún elemento está obstruyendo el conducto exterior. Un nido o un pajarillo que ha caído en el tubo, ramas acumuladas tras una fuerte ventisca, o el hollín que se ha ido pegando a las paredes interiores a lo largo de años, pueden dificultar la salida del humo y hacer que este acabe invadiendo tu salón. Solicitar los servicios de una empresa deshollinadora es la mejor solución para acabar con el problema.
Usa leña adecuada
No todo depende de factores externos. Debes aprender cómo hacer para que una chimenea tire bien porque conseguirlo también va a depender de ti, de la leña que utilices y de la manera en la que la prendas.
Toda la leña arde, pero no todos los tipos de madera son adecuados para un agradable fuego en tu chimenea. La leña de encina es de las más recomendable, aunque pueden valerte otras procedentes de otros árboles siempre que cumplan dos condiciones:
- Que esté seca (con una humedad en su interior nunca superior al 20 %).
- Que no se trate de una especie que contenga demasiada resina, como ocurre con algunas variedades de pino.
Una leña mojada o resinosa provocará exceso de humo al encender tu chimenea. Por eso, si ves que te entra humo de la chimenea del vecino o de tu propia chimenea, es importante que reviséis si el problema se debe a la leña o a otro defecto en el mantenimiento.
Otros consejos para que la chimenea no eche humo
Además de elegir la leña apropiada, también debes tener en cuenta algunos consejos a la hora de encender tu chimenea para conseguir generar la menor cantidad de humo. Estos consejos no solo funcionan para evitar que el humo entre a tu casa, sino que también sirven para reducir el humo que sale al exterior y no molestar a los vecinos.
- Siempre que sea posible, recurre a las pastillas de encendido para iniciar el fuego, porque con ellas reducirás la formación de humo que provocarías al prender la madera con otros métodos como, por ejemplo, quemar primero un trozo de papel y acercarlo a la leña.
- No pongas un tronco grande hasta que no tengas brasa suficiente. Para empezar a hacer el fuego en el interior de la chimenea, lo más aconsejable es iniciarlo con astillas o ramas finas. Prenderán mejor y más rápido generando menos humo. Una vez que se consuman, ya podrás colocar leños de mayor envergadura.
- Si tu chimenea es de casete, un pequeño truco consiste en abrir ligeramente el cajetín al inicio de la combustión para proporcionar, así, algo más de aire al interior de la chimenea favoreciendo que el fuego arranque sin exceso de humo.
Descubre otros consejos para prender el fuego en nuestro artículo Cómo hacer un buen fuego en una chimenea.