Ventilar la casa es algo que se debe hacer todos los días para sanear el aire. A veces se dice que hay más contaminación dentro de las casas que fuera, debido a la falta de ventilación. Especialmente en invierno, que da más pereza abrir las ventanas de casa, se acumulan toxinas dentro del hogar, provocadas por el humo de los cigarros, humedades, gases varios (ambientadores, alimentos, calefacción...). Y ventilar la casa es imprescindible para limpiar el aire que respiras y que no tenga consecuencias negativas para tu salud.
Así, si quieres averiguar cómo ventilar una casa en invierno sigue leyendo este artículo de unCOMO en el que vamos a revelarte todos los detalles.
Pasos a seguir: 1Escoge el momento idóneo para abrir las ventanas del piso o casa. No te preocupes, si pasa bien el aire con 5 minutos será suficiente. Un buen momento es por la mañana, al levantarse, o en el momento más cálido del día, para que la temperatura de la casa descienda lo mínimo posible.
Ventilar la casa por la mañana es bueno porque luego tienes todo el día para subir la temperatura.
2Abre las ventanas del todo y cierra las puertas, de manera que se ventile habitación por habitación, sin hacer una corriente general. En realidad, lo que necesitas es renovar el aire de las estancias, por lo que no necesitas provocar una gran corriente de aire. Es muy recomendable hacerlo así si ventilas por la mañana, o en un momento que haga frío.
Deja la ventana abierta durante 5-10 minutos y sal de la habitación. Vuelve a entrar y ciérrala de nuevo.
3Otra manera más directa, rápida y efectiva de ventilar la casa en invierno es abriendo todas las ventanas de la casa a la vez y hacer corriente.
Para ello, abre las puertas de la casa una a una y deja que pase el aire a través. Así lograrás purificar enteramente la atmósfera de tu hogar y eliminarás de ella todas las posibles toxinas.
Eso sí, con esta opción pasarás más frío, por lo que puedes aprovechar algún rato en el que no haya nadie en casa por varios minutos seguidos. Asegúrate de que no haya nadie en casa saliendo de la ducha y de que la calefacción no esté encendida.
Es una buena práctica para hacer en el momento más cálido del día. Aprovecha los momentos de sol invernal para abrir las ventanas y ventilar la casa. Aunque si prefieres, hazlo por la mañana para no tener que apagar y encender la calefacción.
Si tu sistema es central, el calor se habrá apagado durante la noche, por lo que podrás aprovechar estos minutos antes de que vuelva a encenderse para ventilar el piso correctamente.
4Otra manera de preservar un aire sano en la casa es no contaminándolo tanto. Intenta reducir el uso de aerosoles y por supuesto de cigarros dentro de casa. Otra cosa que a veces usamos en exceso y que contamina mucho el aire es el incienso, que a pesar de su excelente olor, contiene muchas toxinas que son dañinas al ser respiradas. De hecho, siempre es aconsejable poner incienso con la ventana abierta, precisamente por esto.
Otra práctica que te ayudará a mantener el aire limpio de tu casa es poner el extractor cada vez que uses la cocina, y abrir la ventana cuando estés cocinando cualquier plato.
5Por último, puedes instalar un filtro de aire o un deshumidificador. No es la opción más económica, pero para sitios donde hace mucho frío en invierno y sobretodo en casas donde vive gente mayor, es la mejor opción.
Hay ocasiones en las que abrir una ventana supone realmente una molestia. En tales casos, es mejor ahorrarse más de un disgusto y resfriado eligiendo una opción que nos aporte beneficios a largo plazo, como lo es instalar una máquina.
El deshumidificador eliminará el exceso de humedad y gases del ambiente, mientras que el filtro se quedará con todas las toxinas del ambiente, dejándote vivir rodeada de aire fresco y limpio.
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