Aunque mucha gente se dedica a coleccionar las anillas de aluminio de las latas de refresco para adornar sus complementos (zapatos, bolsos, monederos...), estos objetos también pueden ser reciclados como el resto de la lata. Recuerda que reciclando la lata entera, se podrá reutilizar el aluminio y crear nuevos objetos. Por ello, en unComo te explicamos cómo reciclar anillas de aluminio de latas, un pequeño gesto que ayudará a que el mundo sea más sostenible.
Imagen: manualidades.facilisimo.com
Pasos a seguir: 1Haz una recogida de anillas. Si tu no consumes suficientes refrescos pide a tus familiares, amigos o compañeros de trabajo que guarden todas las anillas de sus refrescos. Así, conseguirás hacer una gran colección.
2Localiza zonas o áreas de reciclaje. Ahí podrás depositar las anillas que hayas conseguido recolectar para que puedan ser utilizadas. Otra opción es llevar dichas anillas a centros de reciclaje independientes o especiales, donde además de ayudar al reciclaje podrás conseguir una cantidad de dinero.
3Existen, también, centros de caridad donde aceptan donación de estas anillas para ayudar con el reciclaje y también por fines caritativos. Identifica si hay alguna organización y acude a ella para donar tus anillas de aluminio.
4Si eres más manitas puedes crear tus propios pendientes con las anillas de aluminio de las latas de bebidas. Solo tienes que colocar un gancho en uno de los extremos de la anilla para que puedas introducirla en el agujero de tu oreja. También puedes probar de hacer modelos más complejos. ¡Usa tu imaginación y haz obras de arte!
5Otro truco manual para reutilizar dichas anillas es crear una lámpara. Aunque parezca increíble, si reúnes entre 100 y 150 anillas – siempre dependiendo del tamaño que tenga tu lámpara – podrás crear la decoración perfecta. Une las anillas con un alambre y sobre todo usa tu imaginación para customizar tu lámpara.
6Si has coleccionado varias anillas de las latas de refresco puedes unirlas mediante un alambre, hilo o lana y hacerte una pulsera o brazalete o un collar. Recuerda comprar un alambre que no se oxide, así evitarás reacciones alérgicas e irritación.