Ves las palabras "forjado" estampadas en tantas herramientas, ¡te hace preguntarte cuál es el problema! ¿Por qué los fabricantes quieren que sepa que una herramienta está forjada?
Si alguna vez ha visto a un herrero golpeando una pieza de hierro candente con un martillo, ha visto el tipo de forja más simple. Golpear una pieza de metal caliente con un martillo es forjar, y los herreros lo han estado haciendo durante siglos. A medida que los herreros experimentaban con nuevas técnicas, aprendieron que se podían crear formas complejas martillando metal en un troquel. El troquel contiene la forma del producto terminado. Los fabricantes modernos usan un martillo de caída o un martillo motorizado para martillar (en lugar de hacerlo a mano) y, por lo general, usan troqueles en ambos lados de la pieza. Esto es forja.
Los fabricantes ahora usan muchas técnicas diferentes para forjar el metal. Cuatro de los más comunes incluyen:
- Forjado por estampación:martillado de metal caliente en troqueles.
- Forjado a presión:en lugar de forzar el metal caliente en un troquel con un golpe de martillo, se presiona contra el troquel con presión hidráulica.
- Forjado por laminación:el metal caliente se presiona entre dos rodillos.
- Forja en frío:para piezas más pequeñas, el metal se puede presionar en el troquel sin calentarlo significativamente antes de tiempo.
La razón por la que los fabricantes quieren que sepa que una herramienta está forjada en estampa es porque esto le dice algo sobre la resistencia y durabilidad de la herramienta. Las otras dos formas de hacer una herramienta serían moldearla a partir de metal fundido o mecanizarla (cortando el material) a partir de un bloque de metal más grande. La ventaja de la forja es que mejora la resistencia del metal al alinear y estirar la estructura del grano. Una pieza forjada normalmente será más resistente que una fundición o una pieza mecanizada.
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