Aunque el papel pintado fue la tendencia estrella de la década de los 60 y los 70, todavía hoy sigue siendo una opción rápida, sencilla y económica para decorar las paredes de tu hogar. Es fácil de poner y la gran variedad de colores y estampados que existe nos permite adaptar cada uno de los espacios a nuestro estilo, proporcionándoles un aire distinguido y elegante.
Si estás pensando en utilizar esta técnica y darles un toque diferente a las estancias de casa, presta atención al siguiente artículo de unCOMO. A continuación, te explicamos cómo poner papel pintado y lograr un acabado perfecto. Descubre las mejores técnicas, pautas y consejos para renovar tu hogar con esta apuesta segura.
Consejos para elegir el papel pintado
El papel pintado es una opción ideal y práctica para vestir las paredes de tu hogar y, además, ofrece opciones decorativas infinitas y variadas. Estampados, flores, papeles lisos, infantiles, detalles… ¡Hay tanto dónde elegir! Y sus ventajas son variadas: su mantenimiento es fácil dado que son lavables, protegen tu pared de rozaduras, se pueden combinar con paredes pintadas, pueden recrear ambientes y texturas distintas en cada pared y son ideales para tapar grietas, manchas o cualquier otro desperfecto.
Antes de escoger el papel pintado para la estancia deseada, debes tener en cuenta tus necesidades y qué quieres conseguir con él:
- Destacar una pared: si tu objetivo es destacar una de las paredes de la estancia seleccionada, te animamos a hacer una combinación de papeles. Opta por uno en tonos claros y otro en tonos llamativos. También es una buena opción apostar por vinilos de letras o de algún motivo concreto, para darle a la pared el protagonismo que se merece.
- Ampliar la habitación: si quieres que la estancia parezca más grande, opta por los papeles lisos y, a poder ser, en tonos claros. Estos darán sensación de amplitud y luminosidad a la habitación. Recuerda que si el objetivo es justo el contrario, reducir la amplitud de los espacios más grandes, deberás apostar por colores oscuros.
- Habitación acogedora: con papeles de tonos cálidos lograrás un efecto acogedor en cualquier estancia.
- Transformar tus muebles: si por algo se caracteriza el papel pintado es por su poder de crear un ambiente diferente en tu hogar. Por ello, son una apuesta segura si quieres renovar mobiliario sin tener que deshacerte de tus muebles. Con un papel pintado en la pared, de fondo en una estantería o un armario, obtendrás una renovación rápida, sencilla y económica. Y si lo que buscas es renovar un mueble con esta técnica, no te pierdas este otro artículo: “Cómo decorar un mueble con papel pintado”.
Tipos de papel pintado
Las opciones a la hora de hacerte con un papel pintado son infinitas, dado que existe una gran variedad de estilos de papel (lisos, estampados, imitación de materiales…) y de diferentes texturas. No obstante, si estás pensando en decorar tus paredes con ellos, es importante conocer los tipos más comunes para poner el papel pintado más adecuado:
- Vinilo: se compone de una base de papel y una capa de vinilo. Es fuerte y resistente a la luz y a la humedad, por lo que se recomienda su uso en paredes transitadas. Lo mejor de los vinilos, además de sus múltiples posibilidades decorativas, es su rápida y sencilla colocación: encolas el papel y puedes pegarlo libremente en la pared que desees.
- TNT (Tejido no tejido): se trata de un papel con base textil y vinilo. Es ideal para habitaciones infantiles, baños, cocinas o pasillos, dada su resistencia al desgaste. Al igual que el vinilo, el TNT tiene una simple colocación a base de cola.
- Papel: el papel como tal es más delicado que las opciones anteriores, por ello se recomienda colocarlo en paredes menos transitadas. Su composición con base textil y papel permite que los resultados tras su colocación sean muy elegantes y sofisticados. Es la opción menos rápida, dado que se debe encolar papel y pared, sin embargo, los resultados son extraordinarios.
A la hora de elegir un papel debes tener en cuenta, también, la superficie que vas a empapelar. Por eso se desaconsejan, por ejemplo, las paredes con gotelé o madera. En estos casos, poner papel pintado es más complicado. En el gotelé conseguirás que el papel quede arrugado, lo que dará una sensación de mala colocación y el resultado no será bonito ni satisfactorio. En el caso de la madera, podrías hacerlo siempre y cuando su superficie sea lisa y estable. En esos casos, se recomienda utilizar los papeles TNT, pues son los más indicados para muebles y superficies de madera.
Cómo poner papel pintado en la pared
Ahora que ya sabes qué es el papel pintado y cuáles son las opciones que tienes a la hora de decorar las paredes de tu hogar, debes saber cómo poner papel pintado en la pared. Así, te recomendamos seguir estas instrucciones para empapelar:
- Prepara la habitación. Antes de iniciar la tarea de empapelar la pared, debes preparar la estancia donde vas a trabajar. Si bien la colocación suele ser simple, es importante mover los muebles que te impidan trabajar cómodamente. Despeja la habitación para trabajar sin obstáculos.
- Prepara la superficie. Preparar la superficie donde vas a empapelar es básico, tanto para elegir el papel como para trabajar adecuadamente. La pared debe estar lista, uniforme y ser absorbente. En caso de que haya grietas o huecos, se aconseja enmasillar la pared para dejarla uniforme. Y si la habitación que quieres empapelar ya tiene papel pintado, deberás quitarlo para poder colocar le nuevo. Para ello, no te pierdas este artículo: “Trucos para quitar el papel de la pared”.
- Corta el papel. A continuación, debes cortar el papel que vas a utilizar. La recomendación es medir la altura de la pared en varios puntos y dejar siempre unos 5 cm más de margen en la parte superior y la inferior. Corta el papel a tiras haciendo el siguiente cálculo: divide la longitud del rollo por la altura de la pared más la mitad de repetición.
- Encola. Con el papel que vas a utilizar preparado, es hora de encolar para colocar el papel pintado sobre la pared. Recuerda que si se trata de un vinilo o TNT bastará con poner cola en la base, en cambio si se trata de papel, deberás encolar también la pared. Prepara la pasta consultando las instrucciones y ayúdate de un pincel para extenderla sobre el papel.
- ¡A empapelar! Es hora de poner el papel pintado sobre la pared. Ve colocando tira a tira, de manera que queden pegadas y extendidas sobre la pared, sin dejar huecos entre ellas. Pasa el cepillo de empapelar o la mano para que el papel quede completamente liso. Es un trabajo de precisión, pues lo importante es que el papel esté alineado entre sí, de modo que no se aprecien las tiras. A la hora de empapelar esquinas, marcos de puertas o ventanas, o saltar algún obstáculo, como en el caso de los radiadores, deberás dejar unos centímetros sobrantes y recortarlos con la ayuda de un cúter o una tijera.
Empapelar una pared no es una tarea muy difícil, pero sí requiere de paciencia, cuidado y esmero. Si quieres que el resultado sea satisfactorio, no intentes hacerlo deprisa. Ahora que sabes cómo poner papel pintado correctamente, tómate tu tiempo para obtener un resultado adecuado a tus expectativas.