La piel es el material idóneo para fabricar un calzado de calidad. Su flexibilidad y durabilidad hacen que los zapatos hechos en piel resulten tan cómodos como resistentes y sean para muchos sus favoritos.
En piel hay un sinfín de modelos de zapatos para hombre, mujer y niño y todos requieren unos cuidados mínimos para poder mantenerlos como nuevos por más tiempo. El mantenimiento del calzado en piel no es complicado, pero incluye una limpieza periódica, siempre utilizando los materiales adecuados, que no dañen o manchen el cuero o la piel vuelta. Con la llegada del otoño quizá estés sacando del armario el calzado para los días más frescos, así que en este artículo de unCOMO te damos todas las claves sobre cómo limpiar zapatos de piel para dejarlos perfectos con muy poco esfuerzo.
Materiales para limpiar zapatos de piel
A la hora de limpiar unos zapatos de piel es esencial recurrir a los utensilios adecuados y utilizar productos idóneos que no lleguen, en ningún caso, a erosionar la piel o a provocar una decoloración no deseada.
Puedes encontrar distintos kits de limpieza para zapatos en piel, pero, en general, como herramientas básicas, vas a necesitar un cepillo de cerdas ultra suaves con el que retirar el polvo y la suciedad superficial y un paño también muy suave, como una gamuza o un paño de microfibra. Si además de limpiar quieres dejar los zapatos brillantes, una pequeña esponja resultará ideal para dejarlos lustrosos sin que la piel se estropee.
En cuanto a los productos más apropiados, un poco de agua templada y unas gotas de jabón neutro pueden ser más que suficiente para retirar la suciedad general y también aquella adherida en forma, por ejemplo, de salpicaduras de barro.
Para otro tipo de manchas, que pueden resultar persistentes como las de grasa, puede ser necesario recurrir a productos específicos o a servicios profesionales para lograr eliminarlas sin arriesgar esos zapatos de piel, probablemente de precio elevado. También hay algunos trucos caseros, como frotar la mancha de grasa con un poco de leche o incluso con unas gotas de zumo de limón, pero en estos casos siempre hay que hacer una prueba previa, aplicando el ‘remedio’ en una zona no visible del calzado (por dentro) para comprobar que no sufre alteración alguna del color.
Por último, entre los materiales, también hay que incluir alguna crema, betún o cera específica que aporte a los zapatos de cuero, sobre todo en botas y botines, la hidratación que necesitan para mantener su flexibilidad y seguir resultando totalmente cómodos.
Cómo limpiar zapatos de piel paso a paso
Sobre todo si cuidas tus zapatos de la manera adecuada, hacerles una limpieza, algo más a fondo, cada cierto tiempo para conservarlos mejor, es una tarea sencilla que puede resumirse en los siguientes pasos.
- Retira cualquier elemento que se pueda quitar y que no sea de piel del calzado, por ejemplo, los cordones si los tiene, o algún adorno como una hebilla metálica. Estos elementos tendrás que limpiarlos aparte.
- Pasa una gamuza limpia y seca por toda la superficie del zapato de piel, sin restregar. La idea es simplemente retirar el polvo y la suciedad que no esté muy pegada.
- Si el calzado presenta pequeñas partículas adheridas, coge un cepillo específico para zapatos de piel, de cerdas ultra suaves y cepilla con ligereza. Te resultará más fácil si sujetas el zapato metiendo una de tus manos en tu interior y dándole con el cepillo con la otra. Para eliminar la posible tierra que pueda haber justo entre la suela y la parte superior, un cepillo pequeño de iguales características puede ser una buena ayuda. También te servirá para quitar la suciedad que quede en los pliegues de piel que presente el zapato.
- Terminado el cepillado, comprueba si existe alguna mancha o cerco. Si es así, intenta quitarla utilizando una gamuza ligeramente humedecida (nunca mojada o empapada) con una gota de jabón neutro. Pasa el trapo no solo por la mancha sino por toda la piel, aunque incidiendo con suavidad especialmente sobre ella.
- Espera a que el calzado esté completamente seco y luego aplica algún producto específico para zapatos de piel como una crema que ayude a hidratarlos o simplemente un betún incoloro o de la tonalidad adecuada.
- Espera nuevamente al secado total del calzado y finalmente repasa con otra gamuza limpia, haciendo pequeños movimientos circulares hasta que los zapatos queden perfectos y brillantes.
Cómo limpiar zapatos de piel vuelta
La piel vuelta, como el ante, presenta una textura ‘afelpada’, suave y agradable, pero también resulta especialmente delicada frente a roces y machas. Pese a lo que se cree, los zapatos de ante se pueden limpiar, aunque es importante hacerlo de la manera correcta para evitar deteriorarlos.
El cepillado es la clave para mantenerlos bonitos por más tiempo. Para llevarlo a cabo, la piel vuelta requiere un cepillo de cerdas rígidas, que tendrás que utilizar en seco cepillando la piel siguiendo su propia dirección, es decir, del empeine hacia la punta y de arriba hacia abajo.
Ante el polvo y la suciedad superficial, el cepillado suave suele ser suficiente para limpiar zapatos de piel vuelta, pero si detectas alguna mancha o el calzado está realmente sucio en su conjunto, también puedes pasarle una gamuza humedecida en agua con una mínima cantidad de jabón neutro (puede valerte el jabón de lavavajillas a mano). Pásala por todo el zapato y, si es necesario, incide en la mancha con ligeros movimientos circulares. Si notas que te han quedado restos de jabón, retíralos con otro paño limpio y húmedo. Para terminar, espera a que los zapatos estén completamente secos y vuelve a cepillarlos como te hemos indicado.
¿Necesitas limpiar otras prendas de ropa de piel vuelta? Tal vez te ayude este artículo sobre Cómo limpiar un abrigo de piel vuelta.
Cómo limpiar zapatos de piel por dentro
Limpiar por dentro los zapatos de piel es también importante, no solo para que esa piel mantenga su flexibilidad y el calzado siga siendo cómodo, sino para eliminar restos de sudor y posibles malos olores.
Hacerlo es muy fácil porque basta con utilizar un paño humedecido en agua y jabón y pasarlo, con ligereza, por todo el interior del calzado. Ante suciedad u olores persistentes, también puedes añadir al agua unas gotas de amoniaco, pero en este caso, haz una pequeña prueba, antes de pasar el paño por toda la piel. Además, antes de volver a utilizar el calzado o de guardarlo para la siguiente temporada, es importante comprobar que están totalmente secos.
Si quieres conocer trucos para limpiar el cuero de otros objetos del hogar, te recomendamos este artículo sobre Cómo limpiar el cuero.