La lejía, también conocida como cloro o lavandina, es un producto muy eficaz a la hora de realizar las tareas de limpieza de nuestro hogar. Y es que resulta apropiada para desinfectar superficies y eliminar la suciedad fácilmente, aunque es importante tomar las precauciones apropiadas a la hora de usar este producto para evitar intoxicaciones. Si quieres conocer más acerca de cómo limpiar con lejía, no te pierdas este artículo de unComo.
Desinfectar con lejía
Uno de los principales usos de la lejía es el de desinfectar superficies y estancias de tu hogar, para mantenerlas libres de gérmenes. De este modo, resulta muy apropiado limpiar con lejía el cuarto de baño y, especialmente, usarla para la limpieza del inodoro.
Así mismo, la lejía será muy eficaz para garantizar la higiene en la cocina, por lo que podremos desinfectar la encimera, las tablas de cortar y demás utensilios con este limpiador para evitar que posibles bacterias se transmitan a los alimentos. Será necesario que después enjuaguemos bien.
Lejía para blanquear ropa
Por otro lado, también es muy común usar la lejía para blanquear las prendas de ropa de este color, aunque cabe destacar que algunos tejidos no podrán lavarse con este producto porque se deterioran.
Lo más usual es recurrir a la lejía para mantener el blanco en ropa de casa: manteles, sábanas, etc. Aunque si quieres usar este producto con otro tipo de prendas sin estropearlas, deberás consultar nuestro artículo cómo saber si puedo lavar mi ropa con lejía.
Limpiar alimentos con lejía
Aunque a priori pueda sonar arriesgado, lo cierto es que añadir unas gotas de lejía al agua de lavado será una forma muy eficaz de desinfectar las frutas y las verduras antes de consumirlas. De este modo, deberás sumergirlas en un bol o recipiente con agua y un poco de este limpiador y dejarlas un rato en remojo.
De este modo, conseguirás eliminar pequeños insectos, bacterias u otros restos de suciedad que puedan tener los vegetales, por ejemplo entre sus hojas y demás rincones. Seguidamente, deberás enjugarlas con abundante agua.
Advertencias sobre la lejía
Antes de ponerte a limpiar con lejía, será necesario que tomes en cuenta las advertencias que te detallamos a continuación:
- Nunca debes mezclar lejía y amoniaco, ya que esta combinación de productos desprende un gas que resulta corrosivo y tóxico. Puedes leer más en nuestro artículo: Qué pasa si juntas lejía y amoniaco.
- Se debe usar con agua fría, ya que la lejía pierde su eficacia si la mezclas con agua caliente.
- Es recomendable usar guantes al limpiar con lejía para que no entre en contacto con la piel de nuestras manos y evitar así que se nos impregnen de su peculiar olor. Así mismo, puedes descubrir aquí cómo quitar el olor a lejía de las manos.
- La lejía mancha la ropa de color, por lo que deberás prestar atención para evitar salpicaduras que puedan estropear tus prendas.