Los cubiertos usados para comer están formados de acero inoxidable, material que se compone de hierro y cromo. Este material resulta muy útil ya que no se rompe y dura mucho tiempo, pero si no se cuida, puede estropearse. Además, las huellas se marcan muy pronto y si no se limpia bien, aparecen a la vista sucios, y da muy mala impresión. Para que eso no te pase, sigue leyendo. Desde unComo.com te dejamos algunos trucos para limpiar la cubertería.
Pasos a seguir: 1Es muy aconsejable que laves tu cubertería justo después de comer. De esta forma, evitarás que se quede incrustada la suciedad y la grasa más persistente. Si la lavas pronto, podrás acabar con las manchas más difíciles y obtendrás un aspecto renovado constantemente.
2Tienes la opción de lavar tu cubertería en el lavavajillas. En este caso, cuida mucho que no caiga detergente sobre los cubiertos, los mancharía y los estropearía. Además, debes colocarlos solos, en una zona en la que no sufran golpes ni roces de otros aparatos, ya que podrían estropearse.
3Una vez los saques del lavavajillas, seca rápidamente tus cubiertos. Esto evitará que queden huellas con parecido a manchas. De esta forma, por el contrario, brillarán y lucirán impecables, como si fueran nuevos.
4Si decides lavar a mano tu cubertería y no puedes hacerlo justo después de comer, al menos, enjuágalos para evitar que queden restos después difíciles de eliminar.
5Cuando termines de fregar tu cubertería, usa un trapo seco y déjala inminente, completamente seca. De esta forma adquirirá brillo y no perderá su tono natural, además de evitar que se oxide.
6Puedes aplicar, una vez seca, vinagre a tus cubiertos. De esta forma conseguirás hacerla relucir y quitar todo tipo de manchas, incluso los rastros de quemaduras. Aplícalo de forma suave por todo el cubierto y seguidamente, sécalo con un trapo seco. Es el remedio más aconsejable para mantener intacta tu cubertería.
7Acuérdate siempre de usar un jabón muy suave que no dañe el material de la cubertería. De esta forma conseguirás mantenerla por mucho más tiempo y lucirla como el primer día. Igualmente, acuérdate de secarla con un trapo de algodón limpio y seco.