Desde que Thomas Alva Edison patentó la bombilla incandescente en 1879, la tecnología ha evolucionado hacia la búsqueda de soluciones de mayor eficiencia energética y menor consumo. Hoy en día, la iluminación representa el 20 % del consumo eléctrico de la casa. La implantación de las bombillas de bajo consumo tiene muchas ventajas y un ahorro considerable.
Pasos a seguir: 1El 90 % de la energía que consume una lámpara incandescente se pierde en generar calor. Únicamente un 10 % se transforma en luz. Las lámparas ahorradoras de energia LFC (Lámparas Fluorescentes Compactas) son una variedad mejorada de las lámparas de tubos rectos fluorescentes que fueron presentadas por primera vez en el año 1939.
2A la práctica el rendimiento de estas lámparas es mayor, consumen menos energia eléctrica, ofrecen una gran calidad de luz y el calor que disipan es sensiblemente inferior. El futuro, por tanto, pasa por el ahorro, el desarrollo sostenible y el cuidado del medio ambiente.
3Si utilizas bombillas de bajo consumo en tu casa , puedes ahorrar un 80 % en la factura de la energia eléctrica. Comparadas con las bombillas tradicionales , las bombillas de bajo consumo gastan menos energía para generar la misma cantidad de luz, duran más y no necesitan sustituirse tan a menudo.
4Hay una gran cantidad de formas, bases, medidas, poténcias y tonalidades.Contribuyen al desarrollo sostenible y la reducción de consumo eléctrico.
5Las bombillas fluorescentes, generalmente conocidas como "de bajo consumo", consiguen un gran ahorro pero les cuesta encenderse (tarda unos segundos en dar toda su luz), por lo que son adecuadas en lugares donde la luz está mucho tiempo encendida.
6Las bombillas de LED ahorran mucho y el encendido es instantáneo, pero el precio es muy elevado, por lo que, de momento, son adecuadas para lugares donde la luz esté mucho tiempo encendida y sea muy difícil cambiarlas (por altura, acceso, etc.).