Las rosas se encuentran entre las flores más populares en la sociedad. Regalarlas es una tradición, pero también es muy común tener rosales plantados en casa, en macetas o en terreno, sencillamente porque te gustan y los has adquirido tú. Para aquellas personas que no disponen de un gran jardín en casa o un balcón con mucho espacio, es necesario que conozcan de entre los distintos tipos de rosales cuál es el idóneo para plantar en sitios pequeños o en macetas.
El rosal de pitiminí, conocido también como rosal mini en maceta, es el más adecuado para estas circunstancias, aunque si vas a tener la maceta en una terraza y cerca de una pared podrás plantar un rosal trepador en maceta. Requieren de una serie de cuidados para crecer y florecer y, en este sentido, los riegos, el abono, la poda y el trasplante del rosal son aspectos que debes vigilar. Para descubrir cómo cuidar un rosal en maceta, en unCOMO te recomendamos que sigas leyendo este artículo.
Cómo plantar un rosal en maceta paso a paso
Para aprender cómo cuidar un rosal mini en maceta, es fundamental que sepas plantarlo para tenerlo en la maceta más adecuada. Sigue estos pasos para plantar un rosal en maceta correctamente:
- Escoge una mata de rosal etiquetada con la denominación de la variedad pitiminí o rosal mini. De esta forma, podrás asegurarte de que sea una buena variedad para tener en una maceta pequeña o mediana y buscar información sobre los cuidados que necesita.
- Procura que los tallos sean gruesos y estén cubiertos de cera para que no puedan secarse cuando los cortes. Gracias a la cera, se producirá el brote de las yemas tras germinar.
- Coloca trozos de tejas o piedras de tipo volcánico o de arcilla expandida en el fondo de la maceta para que pueda drenar fácilmente. Posteriormente, llena de tierra la maceta.
- La maceta y el sustrato para un rosal son factores a cuidar. La maceta debe ser de unos 35 cm de profundidad y, en cuanto al sustrato, agrega abono de guano, que es un compuesto natural que favorece el crecimiento de la planta.
- Remueve la tierra y mete el cepellón en el centro de la maceta, con cuidado al colocar las raíces para que no se rompan. Después, reparte la tierra, cubre bien todas las raíces y presiona para que el cepellón quede sujetado.
- En un periodo aproximado de un mes, el rosal comenzará a florecer siempre y cuando lo cuides correctamente.
Los rosales con poca tierra o que ya tengan yemas germinadas y cuenten con pocas hojas son los que no conviene adquirir para la posterior plantación. Aquí puedes ver algunos consejos más sobre Cómo plantar un rosal.
Cómo regar un rosal en maceta
El riego es uno de los cuidados del rosal en maceta más importantes. Requiere de una frecuencia de riego diaria en verano, mientras que en invierno necesitará menos agua, cada 3 días será suficiente.
El rosal trepador en maceta es susceptible de ser atacado por hongos si está expuesto a excesos de humedad. Por ello, es importante evitar charcos con los riegos y que no se mojen las flores ni las hojas: tan solo la tierra. Para cumplir con estas premisas, en unCOMO te recomendamos utilizar una regadera con cabezal fino.
Cómo abonar un rosal en maceta
El abono también influye en la manera de cuidar rosales en maceta. Necesita ser abonado con mayor frecuencia respecto a los rosales de exterior plantados en el suelo porque los riegos arrastran más los nutrientes y la planta puede sufrir más carencias en este sentido. Tienes dos opciones para abonar un rosal en maceta:
- Optar por el abono específico, aplicándolo con sus instrucciones, que verás en el envase, una vez al mes o según la frecuencia que indique el producto en su etiqueta.
- Utilizar humus de lombriz o guano, que son muy recomendables para los rosales. Esta opción es la más ecológica.
Cuando detectes que las hojas del rosal pierden el color verde o adquieren un tono amarillento, estará sufriendo clorosis férrica. Para tratarlo, agrega a la tierra o con el abono un suplemento de hierro.
Te recomendamos este otro post sobre Qué son los abonos orgánicos y sus tipos.
Cómo podar un rosal en maceta
La mejor época del año para podar un rosal en maceta es el mes de marzo, es decir, una vez ha pasado la etapa más fría. Manteniendo un cuidado constante de la planta retirando los tallos, las flores y las hojas secas, el proceso de poda será mucho más sencillo. Aprende a podar un rosal en maceta siguiendo estos pasos:
- Corta los brotes más débiles y los que estén muertos para contar con unrosal sano, algo que también hay que hacer cuando se vayan a hacer los trasplantes periódicos y si se quiere reproducir el rosal, ya que habrá que cortar un esqueje de rosal sano para su reproducción.
- Recorta también el resto de brotes que estén muy largos, dejando una medida aproximada de 4 a 7 yemas.
- Selecciona un par de brotes principales, normalmente más centrales, para dejarlos más largos.
Con esta poda, el rosal se conservará fuerte, sano y con capacidad para reproducirse. Así, podrá afrontar bien la próxima temporada de crecimiento y floración.
También te animamos a leer estos otros artículos sobre Cuándo y cómo podar las rosas y Cómo hacer y plantar esquejes de rosal.
Cómo trasplantar un rosal en maceta
Para trasplantar el rosal en maceta no es necesario cambiar el recipiente si no ves que se le haya quedado pequeño. Será suficiente con renovar la tierra en periodos de dos o tres años. Aporta dos terceras partes del nuevo sustrato enriquecido de nutrientes para que el rosal crezca sano y fuerte.
No obstante, si ves que la maceta ya le queda justa, convendrá que lo pases a una maceta de mayor tamaño, añadiendo sustrato nuevo y enriquecido en nutrientes. Aprovecha para podar alguna raíz que veas en mal estado o muy vieja.
Las plagas más comunes de los rosales
Para terminar de aprender cómo cuidar un rosal en maceta, debes conocer las plagas más habituales que lo ponen en peligro. Las siguientes son las más comunes entre las plagas de los rosales en maceta:
- Pulgón: el pulgón es la plaga principal de los rosales. Son insectos muy pequeños, con un tamaño de 3 mm y de color verde. Dañan los brotes nuevos y las larvas generan galerías dañinas en las hojas. Aquí te contamos más sobre Cómo eliminar el pulgón de los rosales.
- Araña roja: se trata de un ácaro con 8 patas de color rojo, aunque también puede ser negro o blanco según la especie. La araña roja absorbe la savia del rosal y, cuando hay una gran población en la planta, genera sedas espesas.
- Oídio: son hongos que crean manchas blancas en tallos, frutos y hojas, generando una especie de polvo gris similar al de la ceniza. El oídio acaba secando las hojas y las hace caer, apareciendo con temperaturas muy altas y en entornos de gran humedad.
- Roya: también son hongos que se desarrollan con humedades altas y provocan manchas amarillas o anaranjadas. Aparecen con temperaturas suaves tras épocas de lluvias muy intensas y debilitan las hojas secándolas.
- Marssonina: es un hongo que produce manchas negras en las hojas de los rosales. Se extiende con los riegos o la lluvia mediante las salpicaduras de gotas de agua, por lo que es conveniente cuidar el tipo de riego utilizado.
Para eliminar la plaga de pulgones basta con tener mariquitas en el jardín, pues se dará un control biológico normal al ser depredadoras de estos parásitos de las plantas; mientras que la infusión de ajo es un remedio casero efectivo contra la araña roja. Respecto a los hongos, pulverizar las partes afectadas en el rosal con una mezcla de leche y agua será muy útil para erradicarlos. Puedes informarte más sobre el tema en este enlace a nuestro artículo sobre Cómo quitar las plagas de los rosales.
Ahora que ya sabes todo esto sobre cómo cuidar rosas pequeñas en maceta, también puedes ver este vídeo con una guía sobre los cuidados de esta planta para conocer más acerca del tema.