Las orquídeas son unas flores muy bellas, pero muy delicadas y muy sensibles a los cambios de temperatura. Un motivo por el que siempre se les tienen que proporcionar cuidados que sean adecuados a la estación del año en la que estemos, como es el caso del invierno.
Esta época del año es especialmente compleja para las orquídeas porque no es una planta que resista bien el frío. En unCOMO, te explicamos los cuidados de las orquídeas en invierno para que sobreviva en perfecto estado a los días más invernales.
Dónde poner las orquídeas en invierno y qué temperatura es adecuada
La temperatura es uno de los factores que más influyen en las orquídeas y que más debes vigilar. Esta planta con flor no suele vivir bien en ambientes muy fríos y en los que haga menos de 10 grados centígrados. De hecho, la temperatura óptima para las orquídeas es la que esté entre 10ºC y 30ºC, como máximo.
Así, durante el invierno es importante alejar a las orquídeas de las zonas más frías de la casa, pero también debes evitar colocarla en sitios en los que haya corrientes de aire porque, igualmente, se estropeará y verás un deterioro que comenzarás a notar en sus hojas. Y, aunque en otras plantas no es relevante, sí lo es en las orquídeas. La clave está en que son las hojas las que ayudan a que se mantenga en perfecto estado durante los días más fríos al protegerla de las bajas temperaturas.
No obstante también es importante no colocarlas en un lugar en el que salga el aire caliente directo de la calefacción, el cual además de calentar suele resecar bastante. Por tanto, el mejor sitio donde poner una orquídea en invierno es un lugar céntrico de la casa, donde no se note el frío que puede sentirse cerca de una ventana ni el calor directo de la calefacción, aire acondicionado, estufas o lumbres o chimeneas, pero al que le llegue algo de luz natural.
La luz es clave para las orquídeas en invierno
Además de proteger a la orquídea del frío y de las corrientes, también es importante que compruebes si tiene el nivel adecuado de luz. En estos días, ante la falta de calor, es clave que esta planta disfrute de una buena iluminación natural.
De esta manera, es conveniente que busques un sitio en el interior de la vivienda que sea algo soleado para que pueda recibir los pocos rayos solares que hay en los días fríos de invierno sin problemas, pero sin olvidarte de que no haya corrientes de aire.
El riego de la orquídea en invierno
La orquídea como todas las plantas se tiene que regar. Y el riego de las orquídeas en invierno es uno de los cuidados más complicados porque, en esta época del año, puede llegar a morir más fácilmente si tiene un exceso de agua. Esto se debe a que las bajas temperaturas dificultan que el sustrato y las raíces de la orquídea se sequen bien o incluso, si está en un lugar más bien frío, se lleguen a congelar un poco.
De este modo, es mejor que la riegues poco durante el invierno. Pero, ¿cómo se puede saber si estás poniendo la cantidad de agua adecuada? El mejor indicativo son sus raíces a las que siempre les debes prestar atención antes de regar la orquídea. Sabrás que toca regarla cuando las raíces de la orquídea estén blanquecinas, en lugar de verdes que es como están al mojarse y retener el agua.
Además, debes tener en cuenta que el mejor momento del día para hacerlo es por la mañana porque los rayos del sol son más fuertes, ayudando así a que se seque bien el sustrato. También es conveniente que prestes atención a la planta durante el día del riego para retirarle el exceso de agua en el caso de que hayas puesto demasiada cantidad. Nunca te olvides de quitarle cualquier excedente y evitar que se encharque. Y es que con este sencillo gesto evitarás que se muera, pero también otros problemas como la aparición de algunas enfermedades, como los hongos.
Otros cuidados de la orquídea en invierno
En el agua del riego es importante que no emplees ningún fertilizante o abono porque también se puede dañar a la orquídea en esta época del año. Es mejor dejar estos cuidados para el final del invierno y el comienzo de la primavera para fortalecer y revitalizar la planta y que pueda lucir mejor con el buen tiempo.
Por el contrario, el invierno es una buena época del año para trasplantar la orquídea. La razón está en que se proporciona a la planta un sustrato nuevo, que ayudará además a corregir los posibles errores que hayas podido cometer con el riego o simplemente para renovar el sustrato y el espacio.
En los días de invierno es difícil que la orquídea tenga flores, aunque tampoco es imposible. De hecho, puede suceder si los cuidados que se le proporcionan son los adecuados. En estos casos, nunca tienes que quitarlas mientras están vivas. Si se nota que empiezan a brotar, es mejor que esperes a ver si finalmente las flores salen adelante. De lo contrario, si ves que se pasan antes de florecer del todo, será el momento de que actúes quitando las flores o la vara floral.
Con todos estos cuidados de las orquídeas en invierno notarás que la planta estará bien en esta época del año, además de estar preparada para los días de la primavera y la aparición de las flores. Ante cualquier duda, desde unCOMO siempre te recomendamos que consultes con un experto sobre los cuidados más idóneos, puesto que puede haber alguna variación en función del tipo de orquídea que tengas en casa.