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Cómo cultivar rúcula en casa

La rúcula es una planta silvestre de la familia de las crucíferas de rápido crecimiento y fácil de cultivar, incluso en casa, y puedes aprovecharla como ingrediente, por ejemplo, en ensaladas y pizzas. Científicamente se le conoce como Eruca vesicaria Cavanilles, y tiene su origen en el sur de Europa y en el occidente asiático. A continuación en unComo te mostramos cómo cultivar rúcula en casa.

Pasos a seguir: 1

El periodo de sembrado de la rúcula tiene lugar de marzo a octubre y es imperativo que cada semilla esté colocada a una distancia de unos 15 o 30 cm respecto de las otras para evitar el hacinamiento. Puedes plantarla en macetas que cuenten con una capacidad mínima de 3 litros, aunque la rúcula es perfecta para plantarla en jardineras de alféizar y pequeñas macetas. En unComo te recomendamos que durante el sembrado utilices tierra orgánica para obtener un resultado más saludable.

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En cuanto a la cosecha, la parte que te interesa recolectar para después consumir es la hoja, y para que estas tengan mejor sabor hay que cosecharlas antes de que el tallo floral llegue a desarrollarse. Para el proceso de recolección corta con una tijera de jardinería las hojas al nivel del suelo.

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El periodo de germinación dura de 8 a 10 días, y tras 6 semanas podrás recolectar sus hojas, y cosecharla hasta que empiece a florecer, por lo que es adecuado recolectarla constantemente para impedir que florezca. Esta planta forma sus hojas desde el centro continuamente, hasta que después crece un tallo verticalmente sobre el cual aparecerán las flores, momento en el que el ciclo de vida de la rúcula habrá finalizado.

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Para mantener la planta de la rúcula en óptimas condiciones debes podarla, removiendo la tierra para airearla y eliminando las malezas. Por otro lado, ten en cuenta que la planta puede padecer plagas u otras molestias, como por ejemplo pulgones u hongos. Para evitar esto, no la cultives cerca de otras plantas pertenecientes a su misma familia, como los nabos, las coles o los rábanos.

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Respecto a la preservación de esta planta, recuerda que necesita la luz del sol para crecer. Sin embargo, abusar del calor implica que las hojas adquieran un sabor demasiado amargo. Por otro lado, es imprescindible que la rúcula sea regada habitualmente para mantener el sustrato húmedo.