El frío se acerca y llega el momento de tener a punto todos los sistemas de calefacción que nos permiten alcanzar en casa una temperatura confortable. Si tienes una chimenea, pronto empezarás a utilizarla pero antes de hacerlo, es importante comprobar su estado tras meses sin usarla.
La limpieza de chimeneas es una tarea sencilla pero de máxima importancia, porque de ella depende que la combustión y la salida de humos se realicen correctamente garantizando la seguridad. Hay distintos métodos, mecánicos y químicos, para realizar la tarea y disfrutar del calor de tu chimenea sin riesgos. En este artículo de unCOMO te explicamos cómo limpiar una chimenea y algunos trucos para que te quede reluciente por dentro y también por fuera.
Cómo limpiar una chimenea de forma mecánica
¿Cómo limpiar una chimenea de leña? El objetivo a la hora de limpiar chimeneas de leña es lograr desprender de las paredes y del tubo extractor todo el hollín que haya podido quedar adherido con el paso del tiempo y con el uso más o menos frecuente. Tienes deshollinadores profesionales que pueden hacerlo con rapidez y seguridad, recomendables sobre todo si hablamos de una chimenea antigua, que no se ha utilizado años y que está realmente sucia, pero en la mayoría de los casos, también podrás retirar el hollín tú mismo.
Para deshollinar una chimenea de forma mecánica, lo que necesitas básicamente es un buen cepillo de púas, resistente y ligero. Este tipo de cepillos limpiachimeneas suelen contar con una varilla o guía extensible y flexible que permite introducirlo fácilmente en el tubo extractor. Toma nota de los pasos a seguir:
- Cubre con plásticos o cartones la zona próxima a la chimenea porque en proceso de limpieza, el hollín caerá y podría afectar al suelo o incluso a muebles cercanos.
- Ponte unas gafas protectoras para tus ojos y también usa mascarilla para no inhalar restos de cenizas mientras limpias. El uso de guantes también es aconsejable.
- Por supuesto, antes de empezar, comprueba que la chimenea está totalmente fría.
- La limpieza debe comenzar por el deshollinado del tubo y se realiza simplemente introduciendo el cepillo en su interior y raspando para desprender el hollín. ¿Cómo limpiar una chimenea de obra o ladrillo? Este es el mejor método, porque el cepillo no dañará los resistentes ladrillos refractarios y resultará eficaz a la hora de eliminar cenizas y otras sustancias como restos de resinas y creosota.
- Cuando el tubo esté limpio, pasa el cepillo también por las paredes y fondo de zona de combustión de la chimenea.
- Por último, solo queda retirar el hollín y el resto de suciedad desprendida, bien recogiéndola con una pequeña pala y un cepillo de chimenea, o bien con un aspirador.
Cómo limpiar una chimenea con químicos
Es otra opción a la hora de dejar la chimenea impecable y lista para el siguiente uso. En el mercado tienes distintos productos para lograrlo de manera sencilla. Un limpiador de chimeneas de este tipo resulta especialmente útil para la limpieza periódica que debes hacer a lo largo de toda la temporada de uso (cada 15 días o un mes), es decir, para una limpieza de mantenimiento. Los más comunes son los leños deshollinadores y las bolsas limpiadoras de chimeneas, que cumplen la misma función y se utilizan de forma similar (siempre respetando las indicaciones señaladas para el uso de cada producto). En este caso, sí tendrás que encender el fuego antes de iniciar la limpieza química.
- Enciende la chimenea y deja que se caliente unos 30 minutos, porque así el producto podrá desprender más fácilmente el hollín.
- Pasado este tiempo, pon el tronco (generalmente con su envoltorio) o la bolsa al fuego y deja que arda normalmente, ya que mientras se consumen, irán realizando la tarea de limpieza.
- Espera a que el fuego se consuma y a que la chimenea vuelva a estar completamente fría para retirar las cenizas y restos de suciedad que habrán ido cayendo.
Otros métodos para limpiar una chimenea
¿Te planteas cómo limpiar una chimenea de forma casera? Hay algunos trucos que te pueden venir bien sobre todo en una limpieza de mantenimiento. Por ejemplo, si quieres quitar manchas persistentes que han podido quedar en una chimenea de ladrillos:
- Prueba a mojar el cepillo que utilizas para la limpieza en una solución de medio litro de agua y dos cucharadas de vinagre
- Frota unos minutos y lograrás quitar las manchas negras persistentes que el deshollinado no ha logrado borrar
El bicarbonato, también puede ayudarte a lograrlo:
- Mezcla una cucharada en un poco de agua hasta lograr una pasta
- Cuando la tengas, extiéndela sobre la mancha
- Deja actuar unos minutos y retira con un paño húmedo
Por último si tienes una chimenea de cassette y quieres que el cristal te quede perfecto, puedes recurrir al mismo producto que utilizas para limpiar el horno:
- Aplica esta espuma
- Deja que actúe 10 minutos
- Retira con una esponja húmeda
- Seca y el cristal de tu chimenea quedará limpio y brillante
Si quieres saber Trucos para que no salga humo de la chimenea, no te pierdas este artículo de unCOMO.