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Cómo ahorrar agua en casa

El agua no es solo el líquido esencial indispensable para la vida misma y para mantener la salud. Este valioso tesoro natural es necesario para poder cubrir otras múltiples necesidades, desde regar los cultivos de los que nos alimentamos, hasta producir energía hidráulica o disfrutar de bellos parajes en forma de ríos y lagos.

El agua es un bien escaso y en muchos lugares del Planeta no es sencillo disponer de ella. Tal como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS)[1] más de 2000 millones de personas viven en países con escasez de agua y el cambio climático hace que las perspectivas respecto a las reservas hídricas no sean optimistas. Mejorar la gestión del agua y aprovechar cada gota al máximo está también en tu mano y en unCOMO te damos algunas sencillas claves de cómo ahorrar agua. Ponlas en práctica y reducirás tu consumo de agua (y tu factura) en más de lo que crees.

Grifos bajo control

¿Te has planteado alguna vez cuántas veces abres los grifos de tu casa?... Sin darnos cuenta, en ese sencillo gesto cotidiano podemos desperdiciar una importante cantidad de litros al mes. Mantén los grifos abiertos solo cuando realmente estás utilizando el agua. Por ejemplo, al lavarte los dientes, ciérralo durante el cepillado y haz lo mismo mientras te enjabonas las manos o durante el afeitado.

Te recomendamos este otro artículo sobre Cómo arreglar un grifo que gotea.

Ducha en lugar de baño

Es una medida básica de ahorro, porque no es difícil calcular los litros de agua necesarios para llenar una bañera, pero ¡ojo!, según la OMS en una ducha estándar gastamos 20 litros/ minutos, por lo que para que esta práctica de aseo resulte eficiente (y no acabemos gastando más agua que dándonos un baño) es importante controlar su duración. Una ducha diaria de cinco minutos es más que suficiente y, por supuesto, hay que cerrar el grifo mientras nos enjabonamos o aplicamos cualquier producto capilar. Recurrir a duchas de bajo consumo, utilizar cabezales de ducha ecológicos o cambiar la alcachofa si gotea son otras medidas que señala la Fundación Aquae[2] para no desperdiciar agua en la ducha. ¿Otro pequeño truco de ahorro?... recoge en un cubo esa agua que dejas correr mientras se calienta, porque te valdrá para distintos usos, desde regar tus plantas hasta fregar el suelo.

Usa eficientemente del agua del inodoro

Tirar de la cisterna es otro de los gestos cotidianos en el que fijarnos si queremos ahorrar agua en casa. Al inodoro solo debe llegar el papel higiénico que utilicemos. Cualquier otro elemento de higiene: toallitas, compresas, bastoncillos de los oídos... ha de ir a la papelera (pon una en el baño) no solo porque deshacernos de ellos tirándolos al váter implicaría derrochar agua, sino porque además son productos no degradables, que causan un grave deterioro del medio ambiente. Utiliza cisternas con mecanismos de doble descarga, que permiten verter más o menos agua, o reduce su capacidad poniendo en el interior de la cisterna una botella de agua.

Electrodomésticos con responsabilidad y con el programa adecuado

La lavadora y el lavavajillas son los electrodomésticos que más agua gastan y de su uso responsable depende una buena parte del ahorro que está en tu mano. Ponlos siempre a carga completa o utilizando programas específicos (media carga, Eco...)

Aprovecha el agua de lluvia

El agua que cae del cielo es un verdadero regalo que no se puede desaprovechar, especialmente si vives en una casa con jardín, patio o terraza donde puedas poner un recipiente para recogerla. Los usos que vas a poder darle son numerosos: riego, limpieza, cisternas...

Vigila la presión del agua y controla el caudal

A veces, gastamos más agua de la necesaria porque al abrir el grifo nos sale un caudal excesivo, pero es algo que podemos controlar. Si notas que la presión del agua de tu casa es muy alta y esta sale con tal fuerza que parte acaba desperdiciándose, puede ser un problema de tu instalación, que debes consultar con la compañía proveedora del servicio. Además, tienes dispositivos que facilitan el control de la salida del agua reduciendo el volumen del caudal. Filtros limitadores que se instalan en el propio grifo simplemente enroscándolos, modernos interruptores de caudal por presencia, que hacen que, por ejemplo, solo salga agua cuando tus manos están bajo el grifo, o limitadores de recorrido en grifos monomando (no llegan a abrirse del todo) son algunos de ellos.

Usa eficientemente del agua en el jardín

Si tienes una casa con jardín y piscina, son muchas las medidas que puedes poner en práctica para ahorrar agua, además de aprovechar la que proporciona la lluvia. Procura plantar vegetación autóctona, la que requerirá menos frecuencia de riego. Además, utiliza sistemas eficientes, como el riego por goteo, y recuerda que para aprovechar al máximo el agua y evitar su pronta evaporación, lo ideal, con altas temperaturas, es regar al amanecer o al anochecer.

Respecto a las piscinas, es fundamental aprovechar el agua del vaso utilizando cobertores y productos de mantenimiento que permitan su reutilización. Vaciar la piscina al final de la temporada de baño y volver a llenarla al año siguiente es un lujo que el Planeta no se puede permitir.

Evita fugas de agua y pérdidas innecesarias

Por último, es importante estar atentos a cualquier pérdida de agua que podamos detectar: grifos que gotean, llaves de paso que no cierran del todo bien y provocan pequeñas salidas de agua, humedades en casa que indican que el agua se escapa por algún sitio... si las detectas, toma medidas para solucionar el problema y, así, no perder una sola gota del líquido que hace posible la vida.