Con el tiempo y tras su uso, las toallas tienden a quedarse ásperas, una sensación bastante desagradable cuando las vamos a usar para secar nuestro cuerpo. No hace falta invertir dinero en comprar unas nuevas si lo que queremos es volver a disfrutar de la sensación de suavidad que tienen las toalles recién estrenadas. Hacer que las toallas queden suaves es muy sencillo y en unComo te contamos cómo conseguirlo.
Pasos a seguir: 1Para que las toallas queden suaves, antes de lavarlas debes coger un barreño y sumergirlas en agua fría con un chorrito de vinagre y limón, durante unos 30 minutos.
2Tras esos 30 minutos, enjuágalas con agua fría y mételas en la lavadora. Elige tu programa habitual pero preferiblemente, usa agua fría.
3Al contrario de lo que muchos piensan, no conviene usar suavizante ni demasiado detergente porque lo que hace es mantener la humedad y pudrir la tela.
4Intenta tender las toallas siempre al aire libre, no en el interior de tu casa. Cuando las cuelgues, sacúdelas una por una y extiéndelas bien para que les entre el aire y recobren la suavidad.
5Otra buena opción para secarlas es usando la secadora, así las toallas quedarán suaves y esponjosas.
6Una vez las hayas tendido, trata de no tenerlas demasiado tiempo secándose. Es mejor que las pongas a secar a la sombra.