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Cómo reciclar las pilas usadas

Las pilas y baterías de nuestros aparatos eléctricos y 'gadgets' electrónicos son un elemento constante en nuestro día a día, que estamos acostumbrados a utilizar pero no siempre sabemos cómo eliminar, una vez que ha cumplido su vida útil. Y eso a pesar de que generan residuos altamente contaminantes. Por ello, en unComo te damos algunas pautas sobre cómo reciclar pilas usadas.

Pasos a seguir: 1

¿Sabías que una sola pila de mercurio puede llegar a contaminar 600.000 litros de agua y una pila alcalina unos 170.000? Las baterías que usamos normalmente para alimentar nuestros aparatos electrónicos contienen elementos químicos altamente contaminantes para el medio ambiente, incluso en pequeñas cantidades, tales como el mercurio, el zinc, el cromo o el arsénico, entre otros.

Hay muchos tipos de pilas, algunas más contaminantes que otras, pero todas nocivas para el medio ambiente si no se reciclan adecuadamente. No hay que dejarse llevar por las apariencias, porque las más pequeñas, como las pilas de botón, son normalmente las más contaminantes.

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El tiempo de biodegradación de una pila normal puede superar los mil años, por lo que es necesario un reciclaje adecuado para no contaminar el entorno. Cuando se gaste una pila no la tires a la basura, puesto que en poco tiempo el revestimiento de la misma se acaba destruyendo en poco tiempo y los metales pesados del interior acaban llegando al medio ambiente.

Peor aún si se producen quemas de material en los propios vertederos o en incineradoras, ya que los compuestos tóxicos acaban liberados en la atmósfera. Por otra parte, si los metales pesados acaban entrando en la cadena alimentaria, pueden llegar a acumularse en grandes cantidades en nuestros alimentos, llegando a ser potencialmente tóxicos.

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El reciclaje se realiza en plantas específicas de reciclaje de pilas, donde el mercurio se separa del resto de metales y materiales, para ser reutilizados. Las pilas normales son trituradas en diferentes fases y enfriadas con nitrógeno, y ese polvo resultante se recupera como materia prima diversa, en forma de metales ferrosos, carbón, zinc, etcétera.

Por su parte, las pilas de botón se someten a un tratamiento distinto para extraer el mercurio, siendo sometidas a un proceso de destilación para tal fin.

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Si no sabes dónde puedes encontrar un punto de recogida de pilas en tu localidad, puedes usar el mapa de la web de Ecopilas, la Fundación para la Gestión Medioambiental de Pilas. Cada vez son más los edificios públicos y establecimientos comerciales, incluyendo conocidas cadenas de supermercados a nivel nacional, en las que se pueden encontrar contenedores para pilas usadas, y en muchos núcleos de población existen puntos limpios en los que también se pueden llevar tanto pilas como material contaminante de otro tipo.

Así, localiza el punto de recogida que esté más cerca de tu domicilio. Guarda en un bote o caja en casa las pilas usadas y llévalas de vez en cuando al contenedor de reciclaje, y sobre todo, bajo ningún concepto las tires a la basura o por el WC.

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Un consejo para evitar contaminar menos es evitar en lo posible el uso de pilas cuando no sea estrictamente necesario, y de hacerlo, mejor optar por las pilas recargables, que tienen una mayor vida útil y por tanto generan muchos menos residuos. Y además ahorrarás dinero, al no tener que estar comprando pilas nuevas constantemente.

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Una opción por si no puedes reciclar es almacenar las pilas y reutilizarlas como relleno y armazón en estructuras de cemento. El cemento actúa como aislante y evita que se esparzan los componentes tóxicos de las pilas, pero de todas formas la opción más recomendable siempre será el reciclaje.